La salud es un derecho fundamental de todas y todos los mexicanos. Sin embargo, en los últimos años, hemos sido testigos de cómo este derecho se ha convertido en un privilegio. El desabasto de medicamentos, la falta de atención oportuna y la negligencia del Gobierno federal han cobrado la vida de miles de personas, especialmente de niñas y niños que luchan contra enfermedades como el cáncer y la diabetes tipo 1.
En Jalisco hemos trabajado incansablemente para garantizar el acceso a la salud de todas y todos. Aprobamos leyes como la Ley de Atención, Educación y Tratamiento de la Diabetes Mellitus Tipo 1 (DM1) y la Ley para la Detección y Tratamiento Oportuno e Integral del Cáncer en la Infancia y en la Adolescencia, que buscan asegurar una atención integral y oportuna para estos padecimientos. Sin embargo, el Gobierno federal parece ir en sentido contrario, con ocurrencias como la Megafarmacia, que sólo ha logrado surtir algunas pocas decenas de recetas, mientras los estantes de medicamentos caducos se acumulan.
El gobierno de Morena argumenta que estos cambios mejorarán el sistema de salud, pero la realidad es que cada año se han hecho modificaciones que sólo han costado el acceso a la salud de millones de personas. Eliminaron el Seguro Popular, crearon el Insabi que después eliminaron para crear el IMSS-Bienestar, un sistema que nadie entiende cómo funciona. Mientras tanto, las familias mexicanas sufren por la falta de atención y medicamentos.
Lo que necesitamos es un sistema de salud sensible, eficiente y centrado en las personas. Un sistema que garantice el acceso a medicamentos de calidad, que fortalezca la prevención y detección temprana de enfermedades, y que brinde un acompañamiento integral a los pacientes y sus familias. Necesitamos legislaciones políticas públicas basadas en evidencia, no en ocurrencias, y un gobierno que escuche a los expertos y a la sociedad civil.
Como diputada, seguiré luchando para que la salud sea un derecho y no un privilegio en Jalisco. No podemos ser indiferentes ante el dolor de tantas familias que han perdido a sus seres queridos por la negligencia y la inacción gubernamental. Es momento de alzar la voz, de exigir un cambio real y de trabajar juntos por un sistema de salud digno para todas y todos.
Te invito a unirte a esta lucha, a no permitir que el silencio nos haga cómplices. Sigamos construyendo un Jalisco y un México donde la salud sea un derecho garantizado, donde ninguna niña o niño pierda la vida por falta de medicamentos o atención. Juntos, podemos hacer posible lo que hoy parece imposible. La salud debe ser siempre la prioridad y, por eso, aquí seguiremos luchando.
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