Durante estos últimos meses en todos los medios de comunicación, en los entornos públicos y privados, el tema central ha sido: el presente proceso electoral concurrente 2023-2024. Sea un tema no tan grato para muchas personas, es sumamente importante que no quitemos el dedo del renglón y tengamos plena conciencia respecto del impacto mediático que se ha formado en este tiempo. Pero, ¿qué hay más allá de que el próximo 2 de junio acudamos a emitir nuestro voto?
En primer lugar, es oportuno que tengamos presente que el desinterés en la política ha decaído fuertemente e, incluso, ha creado muchísima incertidumbre en relación con quienes aspiran y harán lo posible por ocupar un cargo de elección popular y no solamente por las y los personajes que han constituido públicamente, sino sobre sus propuestas y las fuerzas políticas que representan.
Ante ello, me parece que como parte de la ciudadanía, tenemos el compromiso y la obligación de acercarnos, informarnos y decidir responsablemente no solo por nuestros intereses, sino por los de las próximas generaciones, mismas que serán las que podrán gozar de todos estos cambios legislativos y, por ende, en materia de políticas públicas. De ahí que nuestra atención deba enfocarse en una sola cuestión: ser parte de este proceso electoral.
¿Acaso no es suficiente saber que nuestro voto puede hacer la diferencia? He escuchado a muchísimas personas expresar que la vida política de nuestro país ha perdido cierta confianza y credibilidad, no obstante, creo que ello, si bien es cierto que puede haber generado una resistencia masiva alrededor de la materia político-electoral, también es cierto que las instituciones electorales han transitado hacia una mayor y mejor implementación de acciones que precisamente atienden esa necesidad sólida de generar conocimiento, cercanía y participación ciudadana.
Sea cual sea el costo de estos trabajos, estoy convencida de que el número de personas que acudirán a las urnas el próximo 2 de junio, dejará una huella importante en la historia democrática de nuestro país. El hecho de que sea un proceso electoral concurrente, invita a que muchas más personas preparen su credencial para votar y emitan su sufragio de manera informada y reflexionada.
Las elecciones son por y para la ciudadanía. Este 2 de junio hagamos valer este derecho que tantos años de lucha nos costó obtener.
SIGUE LEYENDO |
Elecciones 2024 sin violencia política