Reconciliación y Gobernabilidad Democrática

8 de Mayo de 2025

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Reconciliación y Gobernabilidad Democrática

luis m cruz

1.

Quien amanezca como la virtual ganadora de las elecciones presidenciales en México, tendrá ante sí una tarea digna y colosal, que es propiciar la reconciliación entre las y los mexicanos. Sin duda las grandes tareas ahí están, aquellas planteadas en campaña con propuestas de solución, pero estos propósitos perderán sentido de persistir los discursos de odio o la división maniquea entre buenos y malos o como sucediera en los tiempos históricos, entre insurgentes y realistas en la Independencia; entre liberales y conservadores en la Reforma o entre revolucionarios y porfiristas en la Revolución.

2.

Pero no son ya esos tiempos. Tras esos magnos movimientos, México es uno, el proyecto nacional está expresado en la Constitución y habla de un país y una sociedad plural y multicultural, con aspiración indeclinable por la República, el Federalismo, la división de poderes, las libertades, la justicia y la democracia con respeto a los credos y creencias y con igualdad de todos ante la ley. De ahí que el resultado en las urnas no signifique elegir entre un proyecto nacional u otro, sino más bien el tipo de gobierno que en el marco constitucional se pudiera integrar, uno como antaño, vertical y autoritario u otro dispuesto a la apertura, a la integración plural, las decisiones compartidas y la rendición de cuentas ante la sociedad y el Congreso, diseño previsto en nuestra Constitución como el Gobierno de Coalición.

3.

Gobernar en coalición no reduce ni entrega el mandato obtenido en las urnas. Gobernar en coalición permite integrar a los diversos, aliados o adversarios, en torno a un programa común que recoja lo mejor de las propuestas vertidas en las campañas en un programa de gobierno y forme una mayoría legislativa suficiente para llevarlas a cabo. El Gobierno de Coalición lo sigue presidiendo quien resulte electa según los cómputos oficiales, y las decisiones las tomará siempre la titular del Ejecutivo, con la opinión del gabinete plural y el apoyo de la mayoría compartida. La diferencia de una coalición electoral y el Gobierno de Coalición, es que la primera se forma para participar en las elecciones, en tanto el segundo se integra después de los comicios, cuando cada uno conoce su fuerza electoral para crear una coalición gobernante.

4.

Y, estando en la Constitución, la posibilidad de optar por esta modalidad de gobierno le otorga a la Presidencia un dinamismo y potencial nunca antes visto, con el que puede construirse hasta un gobierno de unidad nacional, logrando en los hechos la reconciliación política y social tan anhelada. Es decir, se estaría construyendo una coalición gobernante con un programa común y una mayoría legislativa suficiente para cumplirle a las y los mexicanos todo aquello por lo que votaron, sobre todo la paz, la seguridad y erradicar la maldita corrupción, mejores servicios de salud, educación y comunicaciones; políticas sociales y bienestar con un fisco estable y suficiente; acabar con la pobreza con empleos bien remunerados y un mayor crecimiento aprovechando la relocalización de cadenas productivas en el marco del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, por revisarse el próximo año.

5.

Residiendo en la Constitución (esencialmente en el artículo 89, fracción XVII), la modalidad del Gobierno de Coalición no es atributo de uno u otro partido, es un diseño constitucional para democratizar la Presidencia de la República y renovar sus capacidades, permitiendo un liderazgo abierto y democrático para construir mayorías amplias y estables. Es posible invocarlo desde la Constitución, mediante un Acuerdo de Legislatura que incorpore los acuerdos, el diseño del Gabinete y el plan de Gobierno, o bien, aguardar la instalación de la próxima Legislatura, la LXVI, para aprobar, quizá vía la iniciativa preferente, la ley reglamentaria apropiada para este propósito. Al final, de lo que se trata es de atreverse a gobernar, reconciliar a México y construir un liderazgo democrático.