Ruptura diplomática entre México y Ecuador

29 de Abril de 2024

Jorge Muñoz
Jorge Muñoz

Ruptura diplomática entre México y Ecuador

Columna Jorge Muñoz

Desafortunadamente, en días pasados se suscitó un evento sin precedentes en la historia de las relaciones bilaterales entre México y Ecuador. Me refiero a la irrupción por parte de la policía ecuatoriana en el domicilio de la embajada mexicana ante aquel país para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien, tras ser acusado de corrupción había solicitado asilo al gobierno mexicano, el cual se le había concedido.

Independientemente de las consideraciones sobre el proceso que el señor Glas lleva en aquel país y las opiniones relativas a la correcta aplicación del asilo político al exfuncionario, lo cierto es que violar una embajada y sustraer a un asilado de ella para privarlo de la libertad, constituyen actos que violentan nuestra soberanía nacional por dos vías.

Por un lado, el cateo del inmueble por parte de fuerzas de seguridad armadas es una violación flagrante a la Convención de Viena sobre Relaciones Internacionales, sin mencionar que implicó poner en riesgo la vida de los ciudadanos mexicanos que ahí se encontraban.

Por el otro, el no respetar el carácter de asilado que el Estado Mexicano le otorgó al exvicepresidente, implica la transgresión de una decisión que el jefe de Estado mexicano tomó en virtud de la facultad que la Constitución le confiere en su carácter de director de la política exterior.

En otras palabras, al gobierno ecuatoriano le importaron poco las inmunidades y consideraciones diplomáticas, tanto de la embajada, del personal de ésta y de la persona asilada y, por la fuerza, sin ningún tipo de derecho violó el inmueble, sometió al personal por las armas y sustrajo a quien buscaba.

Inmediatamente después se rompieron las relaciones diplomáticas de México con Ecuador y se trajo de regreso a los miembros del servicio exterior que se encontraban en suelo ecuatoriano. Esto a su vez ha provocado una serie de reacciones en América Latina, ya que algunos gobiernos han tomado postura en favor de México y la Organización de Estados Americanos emitió un comunicado informando que se realizará una asamblea extraordinaria para discutir el caso.

Una cosa que es de llamar la atención, es que estos hechos involucran a dos países con gobiernos constituidos y reconocidos mutuamente, lo cual nos revela que la persona que tomó la decisión lo hizo desde una postura que sólo consideró los efectos en la política interna de Ecuador y sopesó que los efectos en las relaciones internacionales no eran lo bastante trascendentales como para desincentivarla. Vale la pena indagar qué se buscaba con esta detención y si realmente tenía que ver con impedir la fuga del señor Jorge Glas.