Funcionarios de casilla

27 de Julio de 2024

Enrique Del Val
Enrique Del Val

Funcionarios de casilla

enrique del val

Independientemente del resultado del conteo final de las elecciones del pasado 2 de junio, una vez abiertos los paquetes de las casillas que se determine, sería necesario que las autoridades electorales, e incluso los gobiernos federal y estatales, hicieran algún reconocimiento a los miles de ciudadanas y ciudadanos que, de manera voluntaria, pasaron por lo menos 15 horas para asegurar que las elecciones se llevaran a cabo sin mayores problemas.

En este artículo quiero comentar mi experiencia personal, ya que fui funcionario electoral por tercera vez, y en esta ocasión no por ser elegido, sino porque nadie quería participar y la representante del INE me lo pidió.

Parece que este fue el caso en muchos otros lugares donde si no se encontraban todos los funcionarios de casilla a las 7:30 de la mañana no podía iniciar la elección, según la normatividad.

Inicio con los comentarios puntuales, que creo, se repetían en muchos otros lugares. El primero es que resulta imposible pretender que en media hora puedan armarse las casetas para ejercer el voto.

En el caso de la Ciudad de México fueron cuatro: dos del INE y dos del Instituto Electoral de la Ciudad, y también armar las urnas para el depósito de los votos, que fueron seis.

El problema inicial era que las casetas para votar tenían diferente tamaño. Uno se pregunta: ¿no se podían haber puesto de acuerdo las autoridades electorales para que fueran del mismo tamaño y su ensamble hubiera sido más fácil?

Además, había que empezar a llenar los diferentes formatos del inicio de la elección y acomodar todos los votos, lo que requería tener una mesa amplia, que afortunadamente nosotros tuvimos al estar dentro de una escuela pública y que en general estaba en buenas condiciones; sólo que a la señora directora no le pareció que pudiéramos abrir una puerta de salida a un patio para que entrara aire al salón y ejerció su autoridad, por lo que la puerta nunca se abrió y estuvimos todas las horas con calorcito.

Como era natural, empezamos 20 minutos tarde, ya con una larga cola y varias personas molestas, como si el retraso fuera a propósito. Una primera observación es que den más tiempo para la instalación de la casilla o, de plano, envíen ensamblados los cubículos para votar.

Otro asunto que las autoridades electorales deben considerar es el de las carpetas con las boletas de votación, que supuestamente traen marcado y perforado donde deben desprenderse, pero la línea sólo era dibujada, dificultando desprenderlas y siendo tardado separarlas, sobre todo para no romperlas.

Quizás uno de los mayores problemas que hay con este sistema de votación es que, después de 11 horas de estar encerrados en un salón, porque nos advierten que no se puede salir a la calle, se cierra la votación a las 18:00 horas y hay que empezar a contar los votos, actividad que lleva por lo menos tres horas más, debido a todas las combinaciones que hay para su debido registro.

Una vez terminado el recuento, aproximadamente a las 21:00 horas, hay que llenar por lo menos seis formatos diferentes y con las firmas de todos los funcionarios de casilla y de los observadores de los diferentes partidos.

Y al fin realizada esta etapa, había que esperar a que pasaran las autoridades respectivas por los paquetes electorales, lo cual no sucede inmediatamente, sino después de varias horas. Es decir, por lo menos el presidente de casilla y el secretario tienen que esperar a que eso ocurra y salir pasada la medianoche.

Considero que es un procedimiento que debe revisarse para hacerlo más ágil; quizás en muchos lugares con el voto electrónico, para evitar que personas con muy buena disposición pasen más de 15 horas sin descanso con motivo de una elección y, lo que es peor, todavía se les cuestione cómo lo hicieron.

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