Microtargeting: el arte de saber todo acerca de ti

1 de Agosto de 2025

Eduardo Penafiel

Microtargeting: el arte de saber todo acerca de ti

Eduardo Penafiel

Las marcas llevan muchos años perfeccionando la manera de atraer nuestra atención en el mundo digital analizando información acerca de nuestras preferencias, hábitos de compra, afiliaciones, educación, suscripciones, likes y hasta nuestros comentarios. Pero la forma en la que lo hacen a veces no es la más transparente.

Las herramientas de marketing digital trabajan en el borde de lo legal facilitando a sus clientes con la información necesaria de los perfiles de cada usuario para que puedan optimizar sus campañas y además, identifiquen de manera más precisa los intereses de las personas para influir sobre sus acciones y pensamientos. A esta tendencia se le conoce como microtargeting.

El microtargeting se puede traducir en una herramienta de marketing que utiliza información demográfica, de comportamiento, preferencias, gustos y cuanta información exista de nosotros, para aplicarla en una estrategia de comunicación personalizada. Esto, incluso, le permite a los anunciantes seleccionar los canales de comunicación ideales y el tono del mensaje que en teoría debemos de recibir, en el momento que ellos así lo decidan.

En mayo de este año esta herramienta se hizo famosa gracias a una filtración de documentos que expone la manera en la que Facebook genera información de los estados emocionales de sus usuarios y la vende a los patrocinadores. Esta filtración logró que muchas personas le pusieran más atención al tema y se dieran cuenta de que la información generada a partir de sus actividades en el mundo digital no solamente eran de mucho valor y se vendían como oro, sino que eran utilizas para influir en su estado de ánimo, punto clave para colocar a Trump en la Casa Blanca.

Las empresas dedicadas a comprar enormes bases de datos con esta información existen hace tiempo y son claves para todo tipo de campañas, especialmente las políticas. Un ejemplo es el caso de la pasada elección en Estados Unidos y Cambridge Analytica, empresa responsable de inclinar la votación hacia resultados que conocemos.

Dicha empresa utilizó toda la información emocional y psicológica que salía de Facebook y la alineaba con datos de usuarios obtenidos con compañías de data mining o minería de datos para crear algoritmos que, supuestamente, fueron capaces de identificar el estado psicológico de cada votante en Estados Unidos. A partir de ahí, la compañía desarrollaba mensajes a la medida, para que fueran relevantes a las emociones de cada uno.

Esto quiere decir que mientras a un votante con un perfil neurótico y a favor de las políticas acerca de la portación de armas se le mostraba un comercial con unos ladrones entrando a una casa, a uno susceptible a la ansiedad y a favor de la segunda enmienda, se le mostraba un anuncio con los peligros que representaba el estado islámico para el país.

Con las elecciones presidenciales en nuestro país a la vuelta de la esquina, hoy existen empresas que aplican esta estrategia a favor de partidos políticos y candidatos utilizando herramientas y nuestra información de manera legal, aunque no transparente. Por eso, es importante estar preparados porque, estemos de acuerdo o no, todos somos perfiles potenciales.

Con esto no quiero decir que necesitamos analizar cada mensaje político con el que nos topamos, pero otro aspecto importante es verificar la fuente y tomarlo con la debida seriedad para pensar bien antes de compartirlo y estar consciente de cómo puede influir con los que nos rodean.

El grado de influencia que puede llegar a tener el micro targeting es muy alto y las marcas y los políticos lo pueden utilizar de forma muy efectiva, pero el verdadero impacto y la influencia depende de cada uno de nosotros.