El gol de Hirving Chucky Lozano y el trabajo de todo su equipo es evidencia de la potencialidad del máximo gozo colectivo: vencer al más grande e iniciar el camino hacia la increíble jornada de una final mundial.
Aquello que todos podemos ver y respecto de lo cual podemos pasar de angustia a la euforia nos permite participar de una historia y su correspondiente histeria colectiva.
A diferencia de la política electoral, o de buena parte de ella, el futbol es una contienda en que el mérito y el esfuerzo están claros. Difícilmente las candidaturas, la confianza, el ascenso, la promoción, la ovación posterior al gol pueden ser entregadas a quien no las merece en el juego de las dos oncenas.
En contraste, la vida pública de los partidos políticos exhibe injusticias al por mayor.
La interacción de los organismos de poder, legales o ilegales, órganos de decisión interna o mecanismos de definición extrapartidaria permiten que existan candidaturas sin perfiles y perfiles sin candidatos.
Aunque, paradójicamente, el argumento contrario, en nuestro contexto podría igualmente ser válido. Sin ambas lógicas ilegales y antidemocráticas tal vez la justicia respecto delas candidaturas sería…peor aun.
Existe un enorme trabajo adelante para Morena y el resto d los partidos en favor d procesos más eficientes, transparentes y democráticos en lo que respecta a candidaturas, incentivos para la participación y calidad del discurso político.
En buena parte la inconsistencia perfiles-candidaturas pudo pasarle al PRI y al PAN, con personajes como sus representantes que no fueron sus mejores opciones y candidatos que tuvieron que cargar con sus propias trayectorias y las características negativas de su “marca” en la espalda.
En el lado opuesto, la victoria de Morena y su aspirante presidencial ciertamente se parecerá al futbol donde sí se valora el juego, la audacia y el entretenimiento público: mayor número de eventos diariamente, más influencia en redes sociales, ejército de voluntarios y brigadas en general bien administradas, conquista de la opinión pública y publicada, adecuados avales programáticos y despliegues clave de perspectiva adelantada ante los ojos del respetable, esfuerzo y más esfuerzo, conquistaron los desprendimientos de los adversarios e impusieron su orden por encima de la más diversa confusión.
Otra histeria colectiva aguarda en la noche del 1 de julio.
La derrota del “más grande” iniciará cuando se entreguen resultados claros contra la inseguridad y la corrupción que sean percibidos por todos como auténticas anotaciones.
Y no es un secreto quienes son y podrán ser los capitanes de las jugadas y los autores de los goles.
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