El volcán Paricutín celebró este 20 de febrero 81 años de haber nacido en tierras michoacanas y a más de ocho décadas, se ha convertido en uno de los principales atractivos naturales del estado que ha llamado la atención de vulcanólogos, y de turistas estatales, nacionales e internacionales.
El volcán es una joya natural de Michoacán que nació en 1943 en la Meseta Purépecha.
Con solo tres días de vida, el Paricutín ya duplicaba su tamaño. En poco más de un año, alcanzó la impresionante altura de 424 metros, sepultando pueblos enteros a su paso.
Hoy, los visitantes pueden admirar su imponente figura y explorar las rocas volcánicas que rodean sus faldas. El mayor atractivo es la icónica iglesia del Señor de los Milagros, testigo silencioso de la furia del Paricutín.
Aún se pueden escuchar las historias de los habitantes más antiguos de la zona quienes conservas relatos de primera mano sobre las experiencia del nacimiento del volcán.
El joven volcán Paricutín
Con su acta de nacimiento fechada el 21 de febrero de 1943, siendo uno de los volcanes más joven del planeta.
Su actividad volcánica cesó después de 9 años, 11 días y 10 horas, pero su legado perdura para siempre.
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Estos datos son esenciales para entender el fenómeno:
- Paricutín, significa ‘lugar al otro lado’ en purépecha
- El 20 de febrero de 1943, nació el volcán Paricutín, en Michoacán.
- Es el volcán más joven del mundo.
- Sepultó dos poblados: Paricutín y San Juan Parangaricutiro.
- De San Juan Parangaricutiro solo sobrevivió parte de su iglesia, misma que fue bautizada como el Cristo de los Milagros, nombrada así gracias a que no fue sepultada por lava.
- Quién presenció el nacimiento del volcán fue el campesiono Dionisio Pulido.
- La actividad volcánica se extendió por 9 años, 11 días y 10 horas, hasta que cesó por completo.
- Paricutín es un nombre purépecha --Parhíkutini-- que significa ‘lugar al otro lado’.