MariCoin es una criptomoneda española que tiene como finalidad ayudar a los miembros de la comunidad LGBTQ+, aunque su nombre levantó cientos de cejas por la resignificación del insulto más común para referirse a un hombre homosexual: maricón.
De acuerdo con Francisco Álvarez, director de MariCoins, la idea detrás de la criptomoneda es convertir el insulto en una fortaleza.
Es por ello que optaron por la palabra para unir a los miembros de la comunidad de todo el mundo. El proyecto, resaltó Álvarez, encontró una aceptación generalizada del 90 por ciento en países como Argentina, Venezuela, Cuba, México, Uruguay, Ecuador, entre otros.
Todo nació de una idea que tuvo Juan Belmonte mientras trabajaba en su peluquería en Chueca, el barrio más diverso de Madrid, al resolver que quería que la comunidad LGBT tuviera su propia moneda.
Una de sus clientas le presentó la idea a su marido, que es Francisco Álvarez, CEO de la company builder Startify y codirector académico del Master Propio Avanzado en Modelos de Innovación (MIAMI) en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Entre los dos y un gran equipo de desarrollo, hicieron una moneda que tiene un trasfondo social, ya que se busca que las ganancias de cada moneda sirvan a la comunidad LGBTI+ en casos de emergencia y contribuir al activismo en los países donde todavía es ilegal y penado con muerte la diversidad.
Lo que diferencia a MariCoin de las otras criptomonedas que hay en el mercado es que cuenta con una comunidad nicho muy grande y comprometida, lo que le dará un impacto enorme.
Por el momento, el registro para ser Maricoiners está cerrado, pero se espera que se vuelva a abrir cuando empiece a listarse en Algorand, que será el próximo 28 de junio, día mundial del orgullo LGBTTTIQ+.
Su valor está en los 47 centavos de peso mexicano, equivalentes a 0.022 euros. BG
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