Covid-19, la batalla por una cura

19 de Abril de 2024

Covid-19, la batalla por una cura

Promo-Medicinas
Foto: ejecentral

Desde hace tres semanas se dejó de surtir en México el medicamento que el presidente Trump identificó como una posible cura contra el virus; hoy día está agotado, los pacientes de Lupus lo necesitan con urgencia y las autoridades no se han pronunciado sobre el tema

La mañana del 21 de marzo, el presidente Donald Trump convirtió la hidroxicloroquina y la azitromicina en un tema de seguridad nacional para Estados Unidos, por ser sustancias que podrían servir contra la epidemia de Covid-19, aseguró.

Dos días más tarde, el precio de las acciones de los laboratorios Sanofi comenzó a subir. Alcanzó hasta este miércoles el mayor repunte en el precio de sus acciones con un 2.94% y así su valor bursátil se ubicó en 103 mil 516 millones de dólares. Por encima de los otros laboratorios que, al igual que la francesa, colaboran con las autoridades estadounidenses en el diseño de medicamentos y vacunas, Por ejemplo Bayer aumentó 1.27% y Roche 0.31 por ciento.

Pero tres semanas antes ocurrió algo poco común en México. Sanofi dejó de entregar el medicamento llamado Plaquenil —cuya sustancia activa es hidroxicloroquina—, a los distribuidores, por lo que se marcó como “faltante de origen”. Al paso de los días comenzó a desaparecer de los anaqueles de las farmacias, prácticamente de todo el país, Todavía hoy, ejecentral verificó en las farmacias más grandes y en las que se ubican en tiendas de autoservicio, de las principales ciudades, y está agotado.

En otros países latinoamericanos ocurrió algo similar, el medicamento se agotó. Los pacientes que padecen Lupus y dependen del Plaquenil para mantenerse estables, comenzaron a incendiar las redes sociales exigiendo que se controlara la venta con recetas, porque se estaban haciendo compras de pánico. Pero fue entonces que en los círculos farmacéuticos comenzó a hablarse de un control de origen del producto, a petición autoridades estadounidenses, por ser un fármaco que, de confirmarse en las diferentes pruebas de laboratorio y cumpliendo con los protocolos, podría utilizarse en algunos casos contra el Covid-19.

A tal grado ha llegado el problema médico en México, que comenzaron a organizarse las asociaciones y grupos para frenar el desabasto. El Despertar de la Mariposa, que forma parte de la Fundación Mexicana de Enfermos Reumáticos y aglutina a alrededor de 20 asociaciones más pequeñas, algunas con menos exposición, pero todas juntas alistan una denuncia ante Profeco por el aumento de precios en los medicamentos, así como una denuncia ante la Comisión Federal de Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) por lo que consideran podría configurar un daño en la salud pública de la población.

Operación farmacéutica

El anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, del pasado 21 de marzo fue una bomba mediática en medio de la crisis generada por el contagio mundial del coronavirus Covid-19, lo hizo como acostumbra a través de las redes sociales: “la hidroxicloroquina y la azitromicina, en conjunto, tienen una oportunidad real de ser uno de los mayores cambiadores de juego en la historia de la medicina. La FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos estadounidense) ha movido montañas ¡Gracias!”.

Parecía que se trataba de una felicitación al haber conseguido una posible cura a la pandemia. Pero en un segundo mensaje la advertencia del mandatario estadounidense fue igual de contundente y, sin revelar pruebas o casos de éxito, subrayó que dichos medicamentos debían, “ponerse en uso inmediatamente ¡Las personas están muriendo, se mueven rápidamente, y Dios bendice a todos!”

Tales medicamentos son esenciales para el tratamiento de enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, el lupus, la polimialgia reumática y el síndrome de Sjögren, entre otras.

El primer paso antes de esos tuits que acapararon la atención no sólo de los estadounidenses, ocurrió los dos días previos, cuando desde la Casa Blanca en la actualización de las medidas que el gobierno estadounidense toma respecto al avance de la pandemia por el nuevo coronavirus, la urgencia de avanzar con el uso de dichos medicamentos rezó bajo el título de: “nada se interpondrá en nuestro camino”.

Donald Trump, acompañado por Stephen Hahn, comisionado de la FDA —la agencia estadounidense encargada de la regulación de alimentos, medicamentos, productos biológicos, entre otros—, anunció la existencia de un tratamiento que “pronto estará disponible para que muchos pacientes lo prueben”, sostuvo el mandatario.

Se trata de cloroquina y su derivado, la hidroxicloroquina, los cuales son medicamentos comúnmente utilizados para tratar la malaria, señala el comunicado oficial. Pero que, “una nueva investigación muestra que también pueden ser prometedores como tratamientos potencialmente efectivos para el coronavirus”.

En el acto, el comisionado de la FDA reconoció la premura del presidente; sin embargo, no dejó en claro si la evidencia sobre su éxito en la práctica podría significar un verdadero avance. “El Presidente nos ha pedido que agilicemos esto y lo que quiero asegurarle, debido a las preguntas que se hicieron, queremos asegurarnos de que esto se haga bien y de manera correcta para el pueblo estadounidense”, reconoció Hahn.

Para no dejar huecos informativos, señaló que se trate de un medicamento estándar, del que se cuenta con mucha información sobre sus efectos secundarios, lo cual ayuda en términos de agilización, “pero quiero asegurarle que estamos trabajando lo más rápido posible, pero no queremos especular. Necesitamos asegurarnos de que los nuevos tratamientos llevarán el medicamento correcto a los pacientes correctos en la dosis correcta en el momento correcto”; dos días después, la impaciencia del presidente Trump estalló en Twitter.

Las dudas

La ola de mensajes luego de los tuitazos de Trump, tanto en contra al considerar que el mandatario habría actuado imprudentemente por revelar información que aún no se cuenta del todo comprobada; y en contraparte por parte de personas que se mostraron alentados por la probabilidad de una ruta encaminada a una cura de esta nueva enfermedad se confrontaron tanto en redes sociales como en el campo de la investigación científica, y el encuentro de posturas fue inevitable.

Después de la insistencia de Trump en avanzar hacia la puesta en marcha del uso de la hidroxicloroquina y la azitromicina, el caso de Rio Giardinieri, un ciudadano de Florida de 52 años, quien fue diagnosticado como un caso positivo del Covid-19 con complicaciones por neumonía salió a luz como paliativo a las críticas que se enfocaban en desacreditar la hipótesis de Trump, pues el lunes 23 el hombre dio una entrevista a la cadena Fox en la que aseguró que la hidroxicloroquina, un medicamento para tratar la malaria que había promocionado el presidente la semana anterior le había salvado la vida, luego de que tres días antes de hacer pública su mejoría, los médicos lo habían desahuciado y tuvo que despedirse de su familia.

“Sólo quiero que todos sepan que hay una opción. No tiene que sentarse e hidratarse. Hay una medicina que está funcionando. Los médicos ahora tienen que esperar para asegurarse de que el coronavirus sea eliminado de su sistema para que no infecte a nadie más. Espera volver a casa con su familia en unos cinco días”, se lee en el artículo de Fox 11 de Los Ángeles.

Mientras se incrementan

las oposiciones contra la hipótesis de que la hidroxicloroquina y otros narcóticos similares resulten efectivos contra el Covid-19, los reportes sobre desabasto de fármacos con cloroquina, hidroxicloroquina y azitromicina también se incrementan no sólo en Estados Unidos, sino en destinos tan diversos como España,

Colombia, Venezuela, México, la India, Alemania, entre otros.

Las medidas para su restricción, por ejemplo, alcanzaron a Stephen F. Sisolak, gobernador de Nevada, quien firmó una restricción para vender y adquirir tanto la cloroquina como la hidroxicloroquina, al considerar los riesgos que ha implicado a la desesperada búsqueda de una cura, que contrario al caso de Giardinieri, la red de servicios de salud Banner Health confirmó la muerte de un hombre en Phoenix, quien junto con su esposa, aún delicada de salud, se automedicaron con fosfato de cloroquina, como remedio casero contra el Covid-19.

El 24 de marzo, el gobernador Sisolak decretó que ante la falta de una comprobación por parte de la FDA, y la exageración de Trump sobre sus posible beneficios, la cloroquina y la hidroxicloroquina quedarán restringidas a ser adquiridas mediante receta médica, y a un suministro de 30 días para garantizar que esté disponible para “fines médicos legítimos”, y evitar su almacenamiento sin sustento.

El lunes, el doctor Stephen Hahn, comisionado de la agencia de Administración de Medicamentos y Alimentos estadounidense reconoció que aunque se contaba con “datos preliminares” de que los medicamentos antipalúdicos que la semana pasada anunció el presidente Trump, podrían contribuir al tratamiento

del coronavirus

pacientes, aún no se cuenta a una recomendación formal sobre sus uso.

“Tenemos datos de otros países que estamos analizando, y específicamente un ensayo de Francia que sugiere que podríamos tener algún beneficio para la hidroxicloroquina o la cloroquina contra la enfermedad de Covid-19 (…) Tenemos datos de experimentos en probetas de que sí tiene actividad contra el virus; dicho esto, necesitamos más datos de seguridad y más eficacia, particularmente el lado efectivo de este medicamento, para tomar una determinación final sobre la efectividad”, reconoció Hahn.

Agotado

En tres días, 19 farmacias San Pablo en un radio de 6 kilómetros agotaron su stock de Plaquenil, un medicamento que se vende sin receta médica y no está dentro del cuadro básico que distribuye el Instituto Mexicano del Seguro Social y el ISSSTE.

Los clientes, contó a ejecentral un vendedor de uno de los establecimientos que prefirió no dar su nombre, llegaban con cubrebocas y guantes a comprar entre cinco y 10 cajas con 20 tabletas cada una. Su costo es de entre 700 y mil 500 pesos por caja.

El desabasto golpeó a un sector especialmente vulnerable frente al propio Covid19, quienes padecen Lupus, una enfermedad autoinmune que afecta a las articulaciones y que en México padecen alrededor de 3 millones de personas, de acuerdo con datos del IMSS.

En El Despertar de la Mariposa, una asociación civil creada para apoyar a personas con lupus y a sus familiares, iniciaron una cruzada para exigir a las autoridades sanitarias que las farmacias exijan receta médica para vender el fármaco, y de paso garantizar el suministro de otros en el sector salud que son prescritos a más de 400 pacientes que enfrentan el riesgo de interrumpir sus tratamientos.

“En El Despertar de la Mariposa estamos alrededor de 400 personas con Lupus y hemos experimentado desabasto. De ellos, alrededor de 60% tiene que tomar hidroxicloroquina y deben comprarla porque no la suministra ni el IMSS ni el ISSSTE. Y en todas las farmacias nos han comentado que no la tienen”, detalló en entrevista con este periódico Vania Gutiérrez, vicepresidenta de la asociación.

Vania es una mujer de 31 años que realiza su servicio social en el área de investigación en enfermería en la Unidad de Postgrado de la UNAM. Recibió un trasplante de riñón en 2016 y en la última semana ha debido racionar el medicamento que debe tomar dos veces al día. La también activista inició una petición en la plataforma Change para exigir a las autoridades sanitarias que la venta de hidroxicloroquina sea exclusivamente con receta médica para no poner en riesgo la salud de quienes viven con Lupus.

En la Farmacia San Pablo no es el único sitio en el que se han quedado sin el medicamento. En Farmacias Guadalajara se terminó la semana pasada y, aunque aseguran que tienen en existencia, argumentan que, a pesar de la demanda, todavía se encuentra en almacenes y no hay fecha programada para surtirlo nuevamente.

Mientras que en Farmacias del Ahorro, donde es posible conseguirlo por 588 pesos, se agotó desde el viernes pasado en todas las sucursales de la Ciudad y del Estado de México.

#NOMEDEJESSINMEDICINA

A Andrea Torres, de 30 años y vecina de Iztapalapa hace 14 años le diagnosticaron lupus y toma cloroquina, Aralen, por su nombre comercial. Es derechohabiente del IMSS y desde hace tres meses peregrina entre su unidad médica y Centro Médico para obtener su medicamento.

“En Farmacias Similares me dijeron que había un desabasto a nivel nacional. Aralen 334 pesos en Farmacias del Ahorro y el Plaquenil estaba en 526 pesos en la Farmacia San Pablo. Tomo cloroquina, pero como no encontré iba a tomar Plaquenil. En la última farmacia en la que lo encontré me pidieron la receta y no la tenía ese día. El medicamento me lo surten en la clínica familiar con una referencia”, relató.

Otra de las pacientes, a quien llamaremos Jesie, debió movilizarse con sus amigos y familiares para conseguir Plaquenil, el medicamento que la mantiene remisa del Lupus. Ella vive en la Ciudad de México, pero después de varios días sólo pudo encontrarla en Acapulco. Por ahora tiene una pequeña reserva que no resistirá una ausencia prolongada del medicamento.

Dulce, de 41 años y originaria de Oaxaca, el Plaquenil es la única alternativa que su cuerpo aquejado por el lupus, glaucoma, el síndrome de Reynolds y la tuberculosis, resiste. “Es el único medicamento que puedo tomar.

Me ayuda a controlar el lupus, a que no se active y sea tan agresivo”, detalló.

Desde hace unas semanas no lo encuentra en ningún lado. Esta crisis la encontró con una pequeñísima reserva de la que debe tomar una pastilla al día. “Sin eso se iría todo por la borda. Me pondría muy mal”.

El 20 de marzo comenzó la petición de Change para que no exista desabasto, un medio de presión que presenta demandas ciudadanas a quienes toman decisiones, y en cinco días ya obtuvo 12 mil 575 firmas. El objetivo es llegar a por lo menos 15 mil. Ante la escases, ya se sumó otra campaña en las redes: #NOMEDEJESSINMEDICINAS.