Los sistemas penitenciarios y de justicia, tanto a nivel federal como estatal, evidenciaron preocupantes deficiencias en 2022. No sólo se alcanzó la mayor cantidad de personas privadas de su libertad del último sexenio, y en consecuencia la mayor derrama de recursos; sino que el número de internos sin condena y en prisión preventiva oficiosa superó el 50 por ciento.
La actualización de los Censos Nacionales de Sistemas Penitenciarios en los ámbitos Federal y Estatal 2023 que hoy publicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), indica que el año pasado, el número de personas internas, en el ámbito federal y estatal, llegó a las 226 mil 116 personas, 94.4 % de las cuales eran hombres y 5.6 %, mujeres. La mayor cantidad de población penitenciaria en el país desde 2017.
Un total de 88 mil 172 personas, equivalentes al 39 % del total, no contaba con una sentencia, lo cual impactó más a las mujeres privadas de su libertad con el 49.3 %, y el 38.4 % restante correspondió a hombres.
Según el Inegi, más del 50 % del total de personas internas y sin sentencia se mantenía bajo la medida de prisión preventiva oficiosa, y el 23.9 % en prisión preventiva justificada.
El aumento en la cantidad de reos implicó ese año un gasto de 47 mil 385 millones de pesos, el mayor presupuesto ejercido para los centros penitenciarios en los últimos cinco años.
En contraste, el número de funcionarios adscritos a los centros penitenciarios estatales decayó a los 37 mil 669. La más baja cantidad de personal penitenciario de los últimos seis años.
Más caro que un estudiante de la UNAM
La educación que es un elemento básico en la formación de seres humanos tiene menos recursos per cápita que lo que se asigna a cada reo en el sistema penitenciario de México, de acuerdo con el análisis a los censos penitenciarios.
Por ejemplo, un alumno de la Universidad Autónoma de México (UNAM) costó en 2022 alrededor de 131 mil 900 pesos, mientras que una persona interna representó 209 mil 561 pesos, es decir, un convicto cuesta un 58.8 % más que una persona que busca la superación académica.
Al comparar con costo estimado por interno en 2021, que fue de 145 mil 322.44 pesos, en comparación con el año pasado significó un repunte del 44.2 % en el gasto penitenciario per cápita.
Del presupuesto del Estado, los centros penitenciarios estatales y federales le costaron el año pasado unos 47 mil 385 millones de pesos, un 47.7 % más que en 2021, y un 61 % más comparado con lo que se desembolsó en 2018.
Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), en México hay 34 millones 744.8 mil hogares, por lo que a cada familia mexicana le correspondió haber pagado de las contribuciones mil 363 pesos por cada preso, un gasto oneroso que puede desbancar a cualquier otra dependencia en los recursos de manera individual.
En otro ejemplo, una persona que logró obtener la beca de Jóvenes Construyendo el Futuro recibió en 2022 un apoyo anual de 63 mil 098 pesos, por lo que el gasto en un reo fue de 3.3 veces más.
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