Al continuar con el análisis de los “signos, cifras e imponderables” de mi columna anterior y solo para algunos, afortunadamente, los menos, que les disgustan mis modestos señalamientos sobre la realidad cotidiana que afecta a las mayorías de este país abrumado por el desasosiego por las caídas sistemáticas en el crecimiento económico, en la creación de empleos de calidad, en el nivel de vida de la población, en la demanda interna, en las ventas de las empresas, en las exportaciones petroleras e inclusive en las automotrices; en las reservas internacionales de “Banxico”, en los niveles de confianza del consumidor; así como la caída de la confianza en las Instituciones, las policías, el Legislativo, la procuración e impartición de Justicia, en los órganos “autónomos” cooptados y en los partidos políticos solo les dejo una reflexión de A. Einstein... “La vida es no solo peligrosa por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver (solapar diría yo) displicentemente lo que pasa.”
A mayor abundamiento, no soy, ni de lejos, opositor al régimen del Sr. Lic. Enrique Peña Nieto... nada más lejos de la realidad demostrada con toda una vida apegada a las Instituciones, pero como en todo, también en la política, señalar con ponderación los errores puede hacer reflexionar a los que hoy toman las decisiones en la medida que se sumen muchas voces de una sociedad abierta, que avanza dejando atrás la indiferencia, la resignación, el conformismo, la adulación convenenciera y toma conciencia de que mal haría con bajar la guardia en la defensa de sus derechos inalienables.
Dicho lo anterior y a propósito de caídas, el “Foro Económico Mundial” (Global competitiveness Report 2015) ubica a México en el lugar 57 (antes el 61) de una muestra de 140 países... pero pronto el gozo se va al pozo, pues al analizar los sub-factores México sale en el lugar 125 en materia de desvío de recursos públicos; el lugar 135 en lo que respecta a la (des) confianza en los políticos; 136 en la confiabilidad en las policías.
El índice del WEF hace un análisis de los factores que inciden en la productividad y de la competitividad a partir de 113 indicadores agrupados en 12 pilares y 3 subíndices resultando que en México la corrupción ha afectado de manera determinante el desarrollo al abaratar el costo delictivo por la impunidad casi total y la complicidad entre las élites coincidiendo en ello el “Banco Mundial” cuando con vigor y certeza asevera “La corrupción ha afectado de manera determinante el desarrollo de México y es el más grande obstáculo para el crecimiento económico pues representa el 9% del PIB el costo de esa corrupción pública.”
El IGC 2015-2016 de Foro Económico Mundial ubica a Suiza en primer lugar y como quedó asentado líneas arriba a México en el lugar 57 igual que Ruanda y en América Latina por debajo de Chile (lugar 35) Panamá (lugar 50) Costa Rica (lugar 52) destacando como los factores más problemáticos y conmayor costo socio-económico la corrupción política con desviación directa de recursos públicos; licitaciones corruptas, asignaciones directas de obras públicas y desviación de políticas públicas con violación de la ley para beneficio personal de funcionarios y/o de empresas privadas.
En nada casual coincidencia con el “Banco Mundial” señalan a la corrupción empresarial mexicanacomo la segunda a nivel mundial y que deriva de una deliberada mala regulación, escasa o nula aplicación de las regulaciones, del soborno, el cohecho y el contratismo, pero hacen especial énfasis en la persistencia de los monopolios (léase Televisa, Telmex) como el caso más emblemático de la corrupción tolerada.
Más adelante aluden a la corrupción policial y del sistema de procuración de Justicia que consideran infiltrados por la delincuencia así como los vasos comunicantes entre los Ministerios Públicos y las redes del Narcotráfico...Tampoco soslayan la corrupción judicial con jueces y magistrados venales todo lo cual determina la existencia profusa, porfiada, en efusión de vacios estructurales insondables.
De esta guisa es plena mi coincidencia con el “IMCO” que insiste en su propuesta atinada de acelerar la aprobación de la Legislación secundaria del “Sistema Nacional Anticorrupción"; una escrupulosa aplicación de la Reforma Energética; aterrizar la Reforma Educativa más allá de pronunciamientos y solo evaluaciones magisteriales, sino construir un nuevo modelo educativo con nuevos planes y programas de estudio que saquen del anacrónico modelo tradicional “la simple memorización de datos”...Obvio sin dejar de lado y en extremo urgente la superación de las deplorables condiciones de miles de escuelas sin techo, sin pisos, sin agua, sin baños y sin conectividad para el internet y que es la principal deuda del Estado mexicano con la niñez de este país...
Coincido con M. Merino (El Universal) cuando con sólidos argumentos sostiene que la batalla más trascendente por librar es contra el desafío de la corrupción pública, misma que no debe seguirse postergando ni soslayándose con simples discursos y Reformas Constitucionales que se quedan en el aire ante lentitud y falta de compromiso para legislar en materia de las Leyes secundarias...
Verdad de Perogrullo: A la población las reformas no le dicen nada, porque sus beneficios, sus rendimientos si los hubiera en un futuro muy lejano, exigen plazos casi eternos que matan toda esperanza...
Las Reformas Constitucionales lucidoras en cierto momento y llenas de simbolismo, hoy en la medida que se tuercen o se postergan las leyes secundarias el futuro para la población se vuelve más incierto ycrece la repulsa al cínico gatopardismo y a las contrareformas irresponsables por la grosera, confusa o laxa legislación secundaria por donde escapan a las catacumbas más sórdidas de la parcialidad los supuestos órganos independientes como el “INE” en su maridaje con el “verde"; el“IFT” y sus metáforas retorcidas para no declarar a “Televisa” agente económico con poder sustancial en televisión restringida haciendo entrar el “mantra” del canal de las estrellas por los bolsillos de esos comisionados corruptos, plegados y sumisos.
A pesar de como dice José Woldenberg “existe un malestar profundo en la vida política del país” y de que como asegura Jesús Silva Herzog (Milenio) “Los partidos han desfigurado la democracia a tal punto que la población se manifiesta harta de un sistema político podrido” en toda la implementación de la Reforma Anticorrupción se siguen las mismas pautas secretas y calculados hábitos morosos...¿Se forja el nuevo parto de los montes con arreglos negociados e intercambio de favores rutinarios entre las cúpulas para hacer de la transparencia, la rendición de cuentas y del combate a la corrupción otro mazacote legislativo con leyes secundarias confusas, contradictorias y para que al anularse recíprocamente la corrupción siga siendo un sucio culto semi-divino entre las élites para seguir chapoteando en el submundo de los negocios turbios a la sombra del contratismo, las privatizaciones, el desvío de fondos públicos, las licitaciones arregladas, las asignaciones directas de obras públicas de mala calidad, pagadas y recibidas inconclusas?
Todas las voces, todas las ONGs, todos los expertos de la academia y todos los mexicanos de buena fe deben salirle al paso a ese patetismo legislativo e impedir que en las leyes secundarias del Sistema Nacional Anticorrupción se perpetre otro contubernio entre los partidos y que en rutinas concertadoras del clásico “tapados los unos a los otros”, pacten complicidades recíprocas en esto que es toral y tiene relevancia definitoria en el propósito colectivo de evitar se caiga el país a pedazos.
Ahí en las Cámaras se percibe el mismo léit-motiv embaucador del “gato encerrado” y los legisladores permanecen en la misma lentitud, inopia, inhóspita dilación y falta de compromiso...
En base a trágicas regresiones anteriores a la hora de aprobar leyes secundarias abstrusas hoy la sociedad mexicana tiene el reto enorme de impedir se repitan en el Legislativo las mismas descaradas injerencias, comedias y técnicas intrusivas para imponer desde fuera con las cabriolas de siempre y farsas disolventes, Leyes inservibles inarticuladas y sin coherencia para seguir “haciendo del acto de gobierno, del gasto público y del respeto irrestricto de la Ley sinónimo de privilegios, negocios, abusos, conflictos de interés, saqueos, simulación, cinismo e impunidad de grupos facciosos.”
Esta es hoy la más empinada cuesta a superar por este pueblo agobiado y profundamente agraviado...
¡Se debe superar de una vez y para siempre esa tozudez expansiva para trampear concursos, licitaciones, negocios inflados, obras publicas de mala calidad recibidas inconclusas que junto al desvío de recursos públicos y la opacidad en el gasto son causas directas del estancamiento económico...!
El “Woodrow Wilson International Center” sin rodeos deja claro que “el más ruinoso problema de México son las privatizaciones en favor de empresarios amigos y de las mismas familias en el poder; también la persistencia de los monopolios, la corrupción pública impune y el contrabando de drogas que incentivan la violencia, el crimen y la inseguridad”.
A ello agrega que México es un país atrasado por tener Instituciones débiles, mala educación, mala procuración y mala impartición de justicia, todo lo cual genera débil crecimiento económico.
¡Si el problema de la corrupción está sobrediagnosticado, hagamos lo indecible para que no se nos escurran como agua entre las manos éstas anheladas leyes secundarias del Sistema Nacional Anticorrupción! www.ejecentral.com email: eguia.associates@gmail.com twiter: @ REguiaV
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