Cuida tu piel

Si el tema de las arrugas, patas de gallo o manchas en la piel aún no te pone de nervios, te aseguramos que es momento para que pongas manos a la obra si eres mayor de 30 y si no, como dice el dicho: “es mejor prevenir que lamentar”.

La rutina que debes seguir por la mañana es muy sencilla: limpiar perfectamente la piel antes de utilizar algún tratamiento. Se recomienda hacerlo con jabón neutro de Avene o Neutrogena, si no quiere gastar mucho en productos. También es recomendable contar con un cepillo facial para que cada dos semanas haga la misma rutina pero retire impurezas sin desgastar la piel.

Aunque esté de moda utilizar diario los cepillos faciales eléctricos no es buena idea hacerlo, pierde efectividad y la piel requiere de su propia exfoliación y regeneración que sólo se logra dejándola llevar a cabo sus procesos naturales.

La aplicación de un tónico es importante pues prepara para el tratamiento que quieres realizar. Utiliza la que se adecúe a tu piel. Si es normal a grasa, agua de rosas es buena opción pues no obstruye los poros, la loción astringente de Clinique te puede ayudar para piel grasa y para evitar el envejecimiento te recomendamos utilizar Obagi pues es, sin duda, la mejor opción. Ya que tienes limpia y preparada la piel es el momento para aplicar un tratamiento. Debes hacerlo en forma circular desde la nariz a las orejas y en el cuello dando masaje de abajo hacia arriba. Para este proceso lo más importante es la humectación que no es lo mismo que la hidratación, la primera permite restaurar agua a los tejidos de la piel, y la segunda sólo la aporta de forma superficial. Además, si estás cuidando la oxidación y envejecimiento, busca fórmulas que te ayuden a conseguirlo como las de Lancôme y Obagi.

Para terminar, el protector solar es indispensable, de verdad ¡indispensable!, colócalo después del tratamiento y llévalo en la bolsa para hacerlo cada 4 horas, para ello te damos un tip: primero utiliza tu base de maquillaje o maquillaje y encima el bloqueador, esto permite que la tintura quede uniforme y en su sitio por más tiempo.

En la noche, aunque tengas flojera, retira el maquillaje, lávate la cara e humecta pues la piel, al dormir, recibe y recupera en la piel al doble los nutrientes que durante el día.