Que México sea el quinto país peor evaluado en la lista de tasas de infección letalidad, y el tercero en la lista de tasas de infección de la Covid-19 puede explicarse, en buena medida, por la desconfianza en el gobierno y entre los propios mexicanos, así como por un liderazgo deficiente y entornos políticos disfuncionales.
Esta es la conclusión de un estudio publicado en la revista The Lancet que analizó cómo han variado las tasas nacionales de infección y mortalidad por coronavirus en 177 países y las relacionó con mediciones de la confianza que las poblaciones tienen en el gobierno, la confianza interpersonal y la corrupción gubernamental.
El estudio encontró que mientras mayores eran la desconfianza y la corrupción peores eran las respuestas ante Covid-19 de los países; en cambio, los altos niveles de confianza y la menor corrupción gubernamental, se asociaron con mejores respuestas y mayor cobertura de vacunas contra la Covid-19 entre los países de ingresos medios y altos con disponibilidad de vacunas. La menor corrupción también se asoció con mayores reducciones en la movilidad en los confinamientos.
En el estudio, encabezado por Erin N. Hulland del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington y Thomas J. Bollyky, México figura como uno de los países con mayor número de infecciones por cada mil habitantes, y con mayor letalidad, sólo superado en América Latina por Bahamas, Haití, Perú y Bolivia.
Entre las conclusiones del estudio destaca que los indicadores importantes de la capacidad de atención médica, como el de cobertura efectiva, y el nivel que tuvieran los países en términos de preparación ante una pandemia no se correlacionaron con las variaciones en las infecciones por SARS-CoV-2 y la letalidad por Covid-19.
Estos indicadores resultan irrelevantes “si no tienen en cuenta las consecuencias de un liderazgo deficiente y entornos políticos disfuncionales”, señalan los autores.
Este análisis coincide con otro publicado a principios de enero de en la revista Science Communications, en el cual México figuró, junto con países como Indonesia, Rumania y Costa Rica, en el grupo de los peor calificados en la capacidad del país de recuperarse después de un pico de contagios y también de los más desconfiados.
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