Dilma niega que proceda juicio
La mandataria brasileña asegura que está tranquila ante la acusación de un dipuatado

EJECENTRAL
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, dijo hoy en una declaración televisada que está “tranquila” luego que el líder del Congreso, Eduardo Cunha, aceptara a trámite un pedido de juicio político (impeachment) para destituir a la mandataria.
Rousseff aseguró que tiene la “convicción y absoluta tranquilidad sobre la improcedencia y el archivamiento” de la causa.
Cunha admitió este miércoles a trámite el pedido de la oposición para realizar un juicio político contra Rousseff por supuesto incumplimiento de la ley de responsabilidad fiscal.
De esta forma y tras meses de incertidumbre, se inicia el proceso contra Rousseff, que podría conllevar su destitución como presidenta de Brasil.
“No tengo felicidad ninguna en practicar este acto”, señaló el presidente de la Cámara de Diputados en declaraciones a la prensa, antes de asegurar que se trató de una “decisión de mucha reflexión y dificultad”.
Ahora, una comisión especial parlamentaria analizará si existen fundamentos jurídicos para procesar a la presidenta.
En caso de que se pronuncie favorablemente, el plenario de la Cámara de Diputados votará la eventual apertura del juicio político, que debe recibir el apoyo de dos tercios de la cámara baja -342 votos de un total de 513- para prosperar.
Ese proceso –desde la apertura de la comisión especial hasta la votación- puede demorar meses, pero podría generar una escalada de la crisis política que enfrenta Brasil desde inicios de año y que se ha agravado por una recesión que se sitúa ya en el 3.2 por ciento para los primeros nueve meses de 2015.
El argumento jurídico de la oposición política se fundamenta en el supuesto incumplimiento de la ley de responsabilidad fiscal por parte del gobierno de Rousseff, al que la oposición acusa de utilizar artimañas para encuadrar las cuentas públicas.
ABREN JUICIO POLÍTICO A ROUSSEFF
El líder de la Cámara de Diputados abrió este miércoles un proceso de juicio político a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
El diputado Eduardo Cunha, un enemigo político de la mandataria, dijo que el proceso se debe a que la mandataria violó leyes de responsabilidad fiscal.
“Hubo mucha reflexión de mi parte”, expresó Cunha, del Partido Del Movimiento Democrático Brasileño, en una rueda de prensa. “Pero en ningún otro mandato se habían recibido tantos pedidos para impugnar a un presidente”.
El procedimiento pasará a una comisión especial que será integrada en los próximos días con diputados de todos los partidos de manera proporcional. No se ha definido una fecha para ello.
Dos tercios o 342 diputados de la cámara, conformada por 513 congresistas, tendrán que aprobar el procedimiento para que este avance al Senado.
Analistas políticos dicen que hasta este momento no se espera que la medida cuente con el apoyo de los dos tercios necesarios para separarla del cargo temporalmente. Si llegara a ese punto, la decisión tendría que ser también aprobada en el senado por 54 de los 81 miembros para tener validez permanente.
“No hay tantas posibilidades de destituir a la Presidenta Rousseff como dicen los políticos hasta el momento, a pesar de la decisión atrevida de Cunha”, dijo Luciano Dias, un consultor de la compañía Análisis Político, con sede en Brasilia. “No son insignificantes, pero no se ve muy posible hasta ahora”.
Rousseff dio inicio a su segundo mandato el 1 de enero tras una difícil reelección y su popularidad se ha desplomado debido a un enorme escándalo de corrupción en torno a un esquema de sobornos de la estatal Petrobras.
Aunque Rousseff no ha sido implicada personalmente en el caso de corrupción, varias manifestaciones que han llegado a reunir a cientos de miles en el país exigían un juicio político contra la presidenta.
El líder diputado Cunha, en cambio, enfrenta cargos de corrupción en la Suprema Corte por supuestamente aceptar millones de reales en sobornos.
Algunos analistas interpretaron la acción de Cunha el miércoles como una respuesta al acuerdo del partido oficialista el mismo día para pedir que una Comisión de Ética lo investigue y posiblemente lo reemplace por las acusaciones de corrupción.