Drogas de México pasan por puestos oficiales, admite el Pentágono
Un reporte del Centro Perry reconoce que el flujo de vehículos en la frontera entre México y EU es tan intenso, que es imposible revisar cada vehículo sin dañar el comercio bilateral

Panorámica Garita San Ysidro
/Cuartoscuro / Omar Martínez Noyola
Ni por avión, ni por barco ni por túneles. Los mayores volúmenes de la droga que cruza de México a Estados Unidos lo hacen por puestos oficiales de control, reconocieron autoridades del Pentágono.
Un documento del Centro William J. Perry de Estudios Hemisféricos de Defensa señala que el intercambio comercial y el flujo de vehículos en la frontera entre México y Estados Unidos es tan intenso que una revisión exhaustiva pondría en riesgo las cadenas productivas de ambos países
“La frontera entre Estados Unidos y México, de dos mil millas de largo, es la más transitada del mundo”, refiere el reporte denominado Resultados de la encuesta sobre amenazas del Centro Perry, una institución dependiente del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
“Más de 300 millones de personas, aproximadamente 90 millones de automóviles y 4.3 millones de camiones cruzan la frontera anualmente. Diariamente, se estima que 650 millones de dólares en comercio pasan por los 25 puertos de entrada. Es imposible inspeccionar cada vehículo que transita por la frontera sin detener por completo el comercio entre los dos países”, reconoce el documento elaborado por el investigador Patrick Paterson.
Según el análisis de Paterson, 95% del fentanilo, la cocaína y otras sustancias ilegales que se consumen en Estados Unidos provienen de México. "¿Cómo llega al país?”, se cuestiona el autor.
Y responde: “Los participantes en los cursos del Centro Perry a menudo asumen que es en barco, avión o túnel. De hecho, los tres son utilizados, pero la mayoría de las drogas peligrosas pasan directamente por los 75 puestos de control fronterizos oficiales entre los dos países”.
Sobre las relaciones bilaterales, el reporte de Paterson admite que no atraviesan por su mejor momento. “Las relaciones entre México y Estados Unidos continúan siendo tensas por el tráfico de fentanilo y la guerra contra las drogas en México, lo que no es necesariamente sorprendente considerando que los dos países comparten la frontera con mayor tráfico del mundo y tienen una larga historia de enemistad que se remonta al siglo XIX. Mucho de esto depende, por supuesto, de quién esté en la Casa Blanca”.
Respecto a las voces que sugieren una acción militar contra los cárteles mexicanos de la droga, el documento del Centro Perry duda que sea la mejor alternativa, ya que no reduciría el trasiego de drogas y pondría en riesgo a ciudadanos inocentes.
“La ‘guerra contra las drogas’ amenaza con dar un nuevo giro a medida que los políticos estadounidenses han sugerido tomar medidas militares acción contra los cárteles mexicanos que trafican fentanilo a Estados Unidos, un delito que está contribuyendo a la muerte de decenas de miles de estadounidenses”, señala el reporte
“La acción unilateral de Estados Unidos, por supuesto, violaría la soberanía mexicana y es poco probable que tenga mucho efecto sobre el tráfico de drogas. La industria del narcotráfico está demasiado descentralizada para seguir una estrategia de capo y la participación de ciudadanos mexicanos en los mercados de drogas significa que muchos ciudadanos mexicanos estarían en riesgo de una acción militar estadounidense”, añade.