Desde que Deep Blue, la computadora programada por IBM para practicar ajedrez, derrotó al campeón mundial, Gary Kaspárov, se pensó que todos los juegos creados por humanos podían ser resueltos por la inteligencia artificial de estas máquinas, pero un desafío de cartas demostró que la complejidad de la mente humana todavía está por encima de la profundidad de la mente.
Un estudio publicado en el portal especializado ArXiv de la Universidad de Cornell, en Reino Unido, reveló que el juego de cartas Magic The Gathering es tan complejo que la inteligencia artificial no fue capaz de resolver con éxito todas las partidas a las que se enfrentó, algo inédito para los programadores que se dedican a probar el aprendizaje de este tipo de computadoras.
Este juego de cartas fue creado en 1993 por el profesor de matemáticas Richard Garfield, y a pesar de que su origen no está relacionado con operaciones o conceptos aritméticos, en realidad se trata de una aventura por turnos en las que existen monstruos, hechizos y artefactos que deben colocarse en un tablero para avanzar en la partida.
Los investigadores de la Universidad de Cambridge y del Instituto de Tecnología de Georgia crearon una máquina de Turing, que no es otra cosa que una computadora entrenada para resolver problemas lógicos, exclusiva para jugar Magic para evaluar el tiempo en el que se podría resolver positivamente una partida.
Con tan sólo un par de intentos esta máquina arrojó resultados poco eficientes para ganar una partida.
Esto redujó su capacidad de sacar adelante el juego hasta en 50 puntos, un porcentaje enorme para una inteligencia artificial programada para resolver más de un millón de combinaciones lógicas en tan solo unos segundos, lo que motivó a los científicos a analizar las causas de este fallo.
Luego de probar otras partidas frente a personas reales, los investigadores concluyeron que la dificultad de este juego radica en la complejidad de su sistema que permite crear soluciones creativas que requieren cierta intuición que escapa de la lógica matemática, por lo que un acertijo sencillo para un jugador experimentado era imposible de resolver para la inteligencia artificial.
Magic the Gathering fue creado en 1993 por el matemático Richard Garfield.