El equipo revelación se despide del mundial tras una participación histórica en Copas del Mundo. A pesar de haber dado uno de los mejores partidos en el mundial, mostrando una calidad defensiva y ofensiva superior, no fueron suficientes ante el talento colectivo e individual de las figuras francesas.
El partido inició con dominio de los galos, pues los franceses sabían muy bien manejar los tiempos y coordinar sus ataques mediante despliegues veloces; así cayó el primer gol francés, mediante una jugada de larga elaboración, la cual recibió Griezmann dentro del área, buscó a Mbappé, quien remató al arco dos veces, pero sus tiros fueron rechazados por la defensa marroquí, y mediante un rebote, Theo Hernández batió al arquero de Marruecos con una media volea espectacular.
A pesar de estar al frente por un gol, no fue suficiente para apaciguar la serie de ataques marroquíes, pues los Leones del Atlas intentaban abordar el área rival mediante triangulaciones y jugadas ofensivas por los costados de la cancha. Al minuto 10, Hugo Lloris sacaba un tiro potente de gol desde fuera del área, nuevamente el portero del Tottenham demostraba su jerarquía bajo los tres palos, como en el mundial del 2018.
El partido aumentaba en intensidad, por la fiereza con la que el combinado africano peleaba el balón; no obstante, eso les generó una desventaja al estar expuestos al contraataque. Los franceses crearon muy pocas oportunidades de gol en comparación con los marroquíes, y a pesar de la escasez de jugadas, fueron muy eficaces con sus remates a puerta.
La jugada más peligrosa de Marruecos la protagonizó Yamiq, pues remató con una chilena antológica que terminó estrellándose en el palo izquierdo de la portería de Lloris.
En la segunda mitad del tiempo regular, Marruecos dominó el encuentro mediante recuperaciones y jugadas estratégicas. Cabe destacar que la selección africana no pudo igualar el marcador del encuentro, pese a las grandes oportunidades, y esto fue gracias al zaguero francés Konaté, que tuvo una actuación impecable a la hora de frenar a sus rivales con barridas y coberturas precisas.
Al final del partido, los cambios de Deschamps surtieron efecto, pues denotaba una frescura en el ataque francés, fue así que lograron finiquitar el encuentro, con una jugada de fantasía por parte de Mbappé que culminó en un pase para que Kolo Muani rematara solo frente al arco al minuto 79. Los galos terminaban con una fantástica selección que nunca dejó de pelear hasta el último segundo, una selección que maravilló a todo un continente y al mundo, con su actuación que fue histórica.
7 semifinales ha jugado Francia en toda su historia, perdió las tres primeras, pero las cuatro recientes ya las ganó
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