“En México se han detectado ocho mil 948 empresas fantasma que han evadido 2.04 billones de pesos”, informó el subprocurador de la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon), Jesús Antonio Rodríguez Millán. Advirtió que los recursos evadidos por empresas fantasma equivalen al 70 por ciento de la recaudación de 2018, si se le compara con los 5 billones de pesos que tuvo el gobierno federal para ejercer su gasto este año, la evasión representa el 40% La base de lo anterior es la facturación falsa, y pese a que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) cuenta herramientas, no las utiliza; pues en lugar de combatir empresas fantasmas, se han usado para fines recaudatorios. “El tema de la venta de comprobantes fiscales tiene muchos años, ha generado una problemática demasiado dañina para el país”, se han buscado mecanismos para detenerla como la cancelación de sellos digitales, contabilidad electrónica, facturación electrónica y esquemas de retención, sin embargo, tales mecanismos se han enfocado a la recaudación. Así lo informó en el marco del foro “En defensa de las Mipymes”, organizado por la diputada federal, Adriana Lozano Rodríguez, secretaria de la Comisión de Hacienda. Rodríguez Millán, propuso una tasa de retención para los impuestos al Valor Agregado (IVA) y Sobre la Renta (ISR), con la finalidad de que se opte pagar los impuestos correspondientes, y encarecer la compra y venta de facturas y que, quien quiera hacerlo, piense en el costo que va a representar. Sin embargo, dicha medida, para Raúl Navarrete, del Colegio de Contadores Públicos, impacta al capital de trabajo de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) y sus flujos de efectivo, al momento de retener el 8 por ciento del ISR y 10 por ciento al IVA, por prestación de servicios profesionales. La legisladora afirmó que el problema de empresas fantasma es grave, por lo que se debe determinar cómo resolverlo, sin perjudicar a las Mipymes, que generan más del 70 por ciento de los empleos en el país. Manifestó que hay medidas que pueden tomarse para evitar operaciones simuladas, combatir la corrupción y fortalecer la transparencia en el uso de recursos públicos, “porque no se vale el desperdicio ni el despilfarro, pero tampoco la trampa, la elusión y la evasión fiscal”. Aseguró que hay disposición para pagar impuestos, si el trámite fuera rápido y sencillo, pero éstos también deben ser justos, transparentes, fáciles de determinar y de acuerdo con las posibilidades, de cada uno. Añadió que “no debe ser una labor tan complicada que eleve los costos y dificulte la operación de las empresas”. Por su parte, el coordinador del grupo parlamentario del Partido Encuentro Social (PES), Fernando Manzanilla Prieto, señaló que la importancia la contribución fiscal, la cual debe ser sencilla, clara y rápida. “Que todos ayuden en la medida de sus posibilidades y que su carga fiscal y costo administrativo asociado sea acorde a su escala, que paguen lo justo, ni más, ni menos”. Dijo que, en países con mayor desarrollo, integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el cumplimiento de las obligaciones fiscales es simple y sencillo, “y en México es complicado, engorroso y con poco impacto positivo”. Para el presidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, Florentino Bautista, consideró que no hay empresas fantasmas, sino “factureras”, las cuales existen mediante un instrumento mercantil y un fedatario público, para darse de alta en Hacienda.