En respuesta a recientes ataques contra tropas estadounidenses, Estados Unidos llevó a cabo una serie de ataques aéreos en el este de Siria. Confirmado por el Pentágono, la acción apuntó a instalaciones utilizadas por Irán y sus aliados. Ocho combatientes proiraníes murieron según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Esta escalada, la tercera en tres semanas, es una respuesta de la administración de Joe Biden para disuadir a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y a las milicias en Siria e Irak. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, no descarta más bombardeos si persisten los ataques a fuerzas estadounidenses. Los aviones de combate F-15E atacaron instalaciones en Abu Kamal y Mayadeen, buscando detener la ola diaria de ataques respaldados por Irán.
La preocupación crece ante el conflicto Israel-Hamas extendiéndose por Medio Oriente. Biden, aunque rechazó opciones de bombardeos más agresivos, ha trasladado activos militares a la región. Se ha desplegado un portaaviones en el Mediterráneo oriental, y aviones y defensas adicionales se han enviado al Golfo Pérsico.
Hezbollah, los detenidos en Brasil
Por otra parte, la Policía Federal de Río de Janeiro detuvo a un tercer sospechoso vinculado al grupo Hezbollah, elevando a tres el total de detenidos. La operación “Trapiche” busca interrumpir actos preparatorios de terrorismo y obtener pruebas de reclutamiento de brasileños para actos extremistas.
En la audiencia, los dos primeros detenidos negaron vínculos con Hezbollah, acusados por el Mossad israelí de planear ataques contra blancos israelíes y judíos en Brasil. Las operaciones antiterroristas son inusuales en Brasil, y las autoridades deploraron las afirmaciones de Israel, calificándolas de adelantar conclusiones para propaganda.
Las investigaciones se centran en la región fronteriza entre Argentina, Brasil y Paraguay, con una importante población de origen libanés. Hezbollah, acusado por Estados Unidos de financiarse en la región, es motivo de preocupación por posibles ataques terroristas en Brasil.
En la imagen, integrantes de la Fuerza Aérea Brasileña patrullan el Aeropuerto Internacional Galeao en Río de Janeiro, en Brasil.