ESPECIAL | El Papa conmueve al Zócalo
Luego de actos protocolarios, Pontífice tuvo un encuentro breve con mexicanos
60213151. México, 13 Feb 2016 (Notimex-Jorge Arciga).- Papa Francisco se dirige a la Catedral donde tendrá un encuentro con autoridades religiosas. NOTIMEX/FOTO/JORGE ARCIGA/JAA/REL/PAPA15
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JORGE VILLALPANDO | @viilapandoc No eran las ocho de la mañana y miles de personas ya estaban listas en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México para dar la bienvenida a Su Santidad el papa Francisco quien sostuvo un histórico encuentro en Palacio Nacional con el presidente Enrique Peña Nieto, servidores públicos, la clase política e invitados especiales. Y fue histórico porque nunca antes un Jefe de la Iglesia Católica había ingresado a este emblemático lugar en el corazón de México. La logística para que el papamóvil ingresara a la Plaza de la Constitución fue uno de los mayores retos para el gobierno de la Ciudad de México. Y es que el primer cuadro del Centro Histórico literalmente fue sellado por la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México y específicamente los acceso al Zócalo fueron controlados por la Policía Federal y principalmente por el Estado Mayor Presidencial. Así que la gente que ingresó tuvo que pasar por arcos detectores metálicos y una revisión. Como últimamente se ha hecho para los festejos de independencia en septiembre.
Y aquí en el “ombligo del mundo”, cientos de personas de todas partes de la República Mexicana y también muchos extranjeros se alistaron para ver unos momentos el recorrido que el papa Francisco realizó. Minutos después de las 9 de la mañana, el Sumo Pontífice ingresó por la Avenida 20 de noviembre ante un fuerte dispositivo de seguridad. El Papa recorrió unos 14 kilómetros desde la Nunciatura Apostólica a bordo del papamóvil y su vehículo se detuvo exactamente en la puerta derecha de Palacio Nacional, que se encuentra muy cerca de la calle de Corregidora. El papa ingresó a Palacio Nacional y ahí fue recibido por el presidente Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera. Ante mil 500 invitados, Francisco y Peña Nieto escucharon los himnos nacionales y luego sostuvieron una reunión privada. Momentos después en uno de los patios centrales, y ante servidores públicos, empresarios, dueños de medios de comunicación, gobernadores y la clase política mexicana, cuerpo diplomático, cardenales y otros invitados, el presidente Peña Nieto dio un breve mensaje de bienvenida e inmediatamente después el Papa se dirigió a los asistentes como “misionero de misericordia y paz”, así como un hijo que le rinde homenaje a la Virgen de Guadalupe. El papa pidió un compromiso para crear una política humana, y una sociedad donde nadie se sienta víctima de la cultura del descaro. “A los dirigentes de la vida social, cultural y política les corresponde trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino”.
El mensaje de Francisco duró diez minutos, hizo un recorrido junto al Presidente y salió de Palacio Nacional para subirse al papamóvil. Era la hora de darse un baño de pueblo y ahí transitó de izquierda a derecha y de arriba a abajo la Plaza de la Constitución. Francisco volteaba a todos lados saludando a las miles de personas que le gritaban y se emocionaban como si fuera un ‘rockstar’. Y se nota que al papa le encanta estar cerca de la gente. El recorrido lo llevó a la entrada de la Catedral Metropolitana, donde el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, lo esperaba para darle una breve bienvenida y darle simbólicamente las llaves de la ciudad. El encuentro duró unos cuantos minutos y el Sumo Pontífice ingresó a la Catedral Metropolitana para reunirse con los 18 arzobispos de México, así como con obispos, 100 invitados de la Conferencia Episcopal y 50 familiares de canónigos de la Catedral. La intención del encuentro, reafirmar la misión de la Iglesia Católica en el país, aunque sorprendió a todos al decirles: “Si tienen que pelearse, peleen como hombres, en la cara, pero mantengan la unidad del cuerpo episcopal...No se necesitan príncipes”. Francisco terminó la reunión no sin antes decir: “La Iglesia no necesita de la oscuridad para trabajar. Vigilen para que sus miradas no se cubran de las penumbras de la niebla de la mundanidad”. Después el pontífice firmó el libro de visitantes especiales y subió al papamóvil para regresar a la Nunciatura Apostólica.