Este año la Covid-19 ni siquiera dejó honrar a los muertos. La música, el barullo, la comida y las flores de colores en los panteones se cancelaron, porque fueron cerrados.
El coronavirus no sólo ha impedido que lloremos a los muertos y despedirlos, pues ahora tampoco podremos irlos a visitar y celebrar.
A pesar de que los mercados de Jamaica, Sonora y La Merced estaban llenos por quienes colocaron ofrendas o buscarían la manera de celebrar a sus muertos, las pérdidas son muchas y abarca a casi todos los sectores. Desde
los productores de flores, los sepultureros que embellecen en estos días las tumbas, los mariachis o tríos que cantan y todos los vendedores involucrados en la parafernalia del festejo como veladoras, papel picado y hasta bebidas. Todos perdieron.
Porque el Día de Muertos, una celebración particularmente especial para los mexicanos, quedó desprovista de la alegría que la rodea para sumirla en la solemnidad.
En tiempos de contingencia los mexicanos en la nueva normalidad que nos impone el Covid-19 han tenido que adaptarse a sus condiciones sanitarias y reducir el festejo a solas, en casa.
Con los cementerios cerrados, el consejo de no salir a pedir calaverita (o muerto, según sea el sitio del país donde se resida) con los niños y el pedido de evitar reuniones masivas, es una medida más para evitar la propagación del virus que ha retomado una segunda ola de casos en todo el mundo.
Al menos en 21 entidades del país la entrada a los panteones se prohibió entre ellos Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Ciudad de México, Coahuila, Colima, Durango, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa (sólo en Culiacán), Sonora, Tabasco, Tamaulipas y Zacatecas—, así como sus actividades relacionadas con la fecha.
Incluso los festejos que anteriormente convocaban a cientos de personas para salir a las calles, ahora lo han hecho por vía remota y en streaming. Un ejemplo de ello está en la Ciudad de México con el recientemente adoptado Megadesfile de Día de Muertos que este año que fue completamente a puerta cerrada, virtual y en línea, Otro ejemplo es el de la Megaofrenda de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que en otras ocasiones atraía a miles de visitantes para observar las manifestaciones artísticas a través del culto a los muertos, ahora se limitó a ofrecer un recorrido lejos de las instalaciones de la Ciudad Universitaria.
Aunque el contagio aumenta, aún así en las calles de la Ciudad de México sí se ven personas disfrazadas y algunos padres se arriesgaron a llevar a sus hijos de puerta en puerta pidiendo dulces. Aún falta por ver qué pasa el día más importante, este lunes, en el que se honran a los muertos mayores.