La negociación fracasó, al menos para el presidente Andrés Manuel López Obrador, que pretendía imponer su voluntad. Aún así lo informó con un gran acuerdo. Samuel García y Elon Musk resultaron vencedores.
Apenas en octubre del año pasado, el CEO de Tesla y dueño de Twitter, visitó Nuevo León y se reunió con algunos funcionarios estatales, entre ellos el gobernador Samuel García y su esposa Mariana Rodríguez.
La noticia corrió y se supo que el empresario quería invertir 10 mil millones de dólares en la instalación de una nueva planta de automóviles eléctricos, y veía en Santa Catarina un posible epicentro de operaciones.
Nuevo León lo tenía todo, excepto agua. Apenas meses atrás, una sequía extrema azotó a la entidad y a su población. Ese fue el pretexto perfecto para que el presidente López Obrador buscara incidir en la decisión del también dueño de SpaceX.
“Si no hay agua, no. No habría posibilidad. Sencillamente, no se entrega permiso para eso”, dijo en su mañanera de la semana pasada, y así inició una disputa con García Sepúlveda, que advertía un trabajo en conjunto con Tesla para demostrar que el agua que se utilizaría sería tratada.
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El mandatario buscaba, como hizo en el caso de la cervecera Constellation Brands, que a falta de agua hizo lo imposible por reubicarla en Veracruz. Puebla, Michoacán e Hidalgo levantaron la mano para dar acceso a la instalación a la planta, esta última junto al Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” que, a más de un año de su inauguración no logra despegar y se añaden esfuerzos para lograrlo, como el reciente decreto para que el transporte de carga aérea que bloquea esta actividad en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y obliga su mudanza al AIFA.
Según reveló el mismo Presidente, fueron dos las oportunidades que tuvo para hablar virtualmente con Elon Musk y contarle las bondades del sureste mexicano, donde sí hay mucha agua para la instalación de plantas. La primera fue el pasado viernes, desde Chetumal, Quintana Roo, donde realizaba su gira de revisión al Tren Maya. La última, ayer, desde Palacio Nacional. Ninguna funcionó.
Este martes, el presidente López Obrador reveló que se logró un acuerdo. La planta será instalada en México, la inversión será para Nuevo León, como él había amenazado con no otorgar los permisos, y hasta reveló que se usará agua tratada, como ya lo había explicado el gobernador Samuel García.
“Van bien las cosas, platicamos ayer con el señor Elon Musk, el director de Tesla. Hay ya un entendimiento, sí van a dedicar la inversión a México y se va a establecer la planta de Monterrey con una serie de compromisos para enfrentar el problema de la escasez de agua”, reveló el mandatario, aunque no quiso dar más información, pues será el mismo empresario quien lo anuncie en el Investor Day, este miércoles.
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