Con una manta, los activistas de Greenpeace México se manifestaron en contra de la construcción de la refinería Dos Bocas, en Tabasco, acusando al gobierno de México de incumplir su compromiso en el uso de combustibles fósiles.
De acuerdo con Greenpeace, el proyecto de Dos Bocas ancla a México a un “modelo intensivo en emisiones de Gases de Efecto Invernadero” por lo menos 20 años más, lo que contradice el acuerdo de reducción de estos para el año 2030. Y prevén un efecto similar a la tala de 183 millones de árboles.
“La acción climática de México ha pasado de ser insuficiente a altamente insuficiente, debido a la creciente participación de los combustibles fósiles dentro la política económica, energética e incluso en la política climática, que desde 2019 ha enfocado la mayoría de los recursos destinados a adaptación y mitigación al cambio climático al transporte de gas”, señaló Pablo Ramírez, Especialista en Energía y Cambio Climático de Greenpeace México.
Así, Greenpeace hizo un llamado a reconsiderar la estrategia energética de México y destinar recursos para iniciar y acelerar la ruta de descarbonización del país.
Esta ruta está basada en la transición hacia modelos de generación de energía limpia. Y en la generación del acceso equitativo a los recursos energéticos de la nación.
Ya que si no se hace algo pronto, indicó Greenpeace, los mexicanos serán más vulnerables a los fenómenos relacionados al cambio climático, lo que se traduciría en pérdidas económicas sustanciales de 3,002 millones de dólares al año.
También se manifestaron en las inmediaciones del complejo energético Torno Largo. BG
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