HISTORIAS|“Pidió que la sacaran, pero enfermeras la dejaron”
Fueron trasladados 10 adultos y seis recién nacidos al Hospital Enrique Cabrera

EJECENTRAL
GABRIELA RIVERA | @gABS_07
De los heridos por la explosión en el Hospital Materno Infanitl de Cuajimalpa, 10 adultos, la mayoría mujeres, y seis recién nacidos, fueron trasladados al nosocomio Enrique Cabrera para su atención. Hasta el momento, han dado de alta a dos mujeres enfermeras, quienes solo presentaban contusiones y laceraciones, por el colapso de la estructura del hospital.
[su_heading size="20" align="left” margin="30"]"Pidió a las enfermeras que la sacaran, pero la dejaron ahí"[/su_heading]
En el momento en que el olor a gas se hizo mas fuerte, Cassandra Velázquez pidió a las enfermeras que la sacaran de la sala de maternidad, pero ellas no hicieron caso.
La mujer dio a luz el miércoles a las 19:00 horas sin registrar problemas de salud. Tanto ella como el bebé estaban en perfectas condiciones, por lo que José Miguel Venegas, su esposo, se retiró a casa a cambiarse y recoger algunas pertenencias.
Cuando el edificio colapsó el jueves por la mañana Cassandra protegió al menor con su cuerpo, pero ella resultó con golpes y cortadas en el rostro, pues una lampara le cayó encima. De eso, resultó una herida en el lado izquierdo de su cara, provocada por una pieza de muela que tiene incrustada y deberá ser retirada.
José Miguel Venegas, su esposo, dijo que a su mujer nadie la ayudó a salir. Como pudo, Cassandra salió de entre los escombros con el bebe en brazos, descalza y vistiendo únicamente la bata de hospital. Al verla, los médicos de inmediato acudieron a auxiliarla. El bebé estaba lleno de sangre y se espantaron, pero después se dieron cuenta que la sangre era de la mujer, por lo que la trasladaron inmediatamente. Uno de los paramédicos de la ambulancia le llamó a José Miguel para avisarle que trasladarían a su esposa al hospital Enrique Cabrera, en la delegación Álvaro Obregón. La mujer está en terapia intensiva. Su esposo, José Miguel pudo verla a medio día y salió asustado; no podía creer lo que le contó y me impactaron mas heridas de su cara. Mientras habla, trata de controlarse y que no se le salgan las lagrimas. Sin embargo, su angustia se transforma en rabia: dice que los médicos le aseguraron que no hay mayor problema que las lesiones faciales, pero no entiende por qué tardaron cuatro horas en dejarlo pasar y por qué no atendieron la demanda de su esposa. “Lo que no entiendo es por qué protección civil no los sacó antes. Hubieran sacado a las mamás y a los niños, pero no. Ella dice que primero sacaron a los visitantes y a las mamás las dejó al último. Es una idiotez de protección pública y antes tiene que pagar por esto”, asegura el esposo de la paciente.
[su_heading size="20" align="left” margin="30"]“Quisimos evacuar hasta asegurar a los bebés”[/su_heading] Ivonne Lugo quedo atrapada entre los escombros luego de la explosión de la pipa de gas en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa. Ella y sus compañeras estaban buscando la manera de evacuar la zona de cuneros, cuando el incendio se propagó en el área.
En el lugar había ocho recién nacidos, su s madres estaban en el mismo piso pero más al fondo.
“Nos avisaron de la fuga, pero no quisimos evacuar hasta asegurar a los bebés. De repente pasó la explosión y ya estábamos bajo los escombros (...) No nos dio tiempo, estábamos en eso pero no nos dio tiempo.
“Me acuerdo del llanto de los bebés, mis compañeras nos empezamos a hablar”, narra la enfermera sobre los hechos ocurridos en este jueves.
Durante 10 minutos, la mujer estuvo bajo los escombros hasta que alguien -no sabe quién-, la sacó a ella y a otra de sus compañeras. Sin embargo, eran tres enfermeras trabajando en el área de neonatos; de la tercera aun no sabe nada. Ivonne fue trasladada al Hospital General Enrique Cabrera, en Lomas de Tarango, donde fue atendida por laceraciones, raspones y golpes.
Cuando vio a su hija y a su esposo dice haber sentido una alegría inmensa. “Volví a nacer”.
Tanto ella como la compañera que rescataron de los escombros ya fueron dadas de alta, debido a que sus lesiones no fueron graves.
[su_heading size="20" align="left” margin="30"]“Había mucha gente y nadie nos podía decir nada”[/su_heading] Janette Mancilla dio a luz el miércoles a las 11 de la noche, tuvo un varón. Cesar Solís, su esposo estuvo en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa hasta las 6:30 de la mañana de este jueves, cuando salió para dirigirse a su casa a bañarse y dormir un poco.
No había pasado una hora cuando la pipa de gas explotó en el hospital, causando un fuerte incendio y el colapso de las estructuras.
Cesar y familia, que viven en Cuajimalpa acudieron de inmediato al lugar y posteriormente se trasladaron al Hospital ABC de Santa Fe, donde le dijeron que estaba su esposa e hijo.
Ana, tía de Janette, narra que estuvieron más de dos horas esperando que les confirmaran si estaba allí. “Pero había mucha gente y nadie nos podía decir nada. Hasta que otro familiar vio el listado en televisión y nos habló para decirnos que no estaba allí, que la habían mandado acá (al hospital Enrique Cabrera)”, dice la mujer.
Cuatro horas después de la tragedia, César pudo hablar con su esposa, quien sólo tiene golpes y raspones. En el caso del bebé, los médicos lo mantienen en observación, porque tuvo un golpe en el pecho. “Le van a revisar el golpe en el pecho a ver si no tiene consecuencias o algo más”, explica la tía de la paciente.
No obstante confían en que los dos puedan ser dados de alta a más tardar mañana, sin mayores complicaciones.
Mientras tanto, César duerme en un rincón de la entrada de hospital Enrique Cabrera. Después de la noche en vela por el nacimiento de su hijo y la desesperación por encontrarlos, ahora descansa un poco mas tranquilo.