IA: Se ofrecen parejas e hijos a la medida
La interacción humana en tiempos de la Inteligencia Artificial está alterándose, ya no son sólo fotos divertidas que recrean cualquier época o contexto, ahora la IA distorsiona las expectativas de la convivencia con personas reales y está dañando especialmente a las mujeres y niñas

La imagen muestra a una mujer sentada ante una mesa, sonriendo mientras posa para la cámara. El escenario es una terraza, y se pueden ver varios platos y copas que hacen pensar en un desayuno. “Estoy en una cita con mi novia, nada mejor que compartir tiempo con los seres queridos”, dice la descripción. Pero nada de esto es real.
Se trata de una creación hecha con inteligencia artificial (IA), y no es la única. En la cuenta donde se encontró —perteneciente a alguien que se identifica como CEO de una empresa de creación de contenido viral— también puede verse la imagen de una niña, a la que el usuario presenta como su hija. “Mi novia IA y yo tuvimos una hija ayer, está creciendo muy rápido”, mientras la pequeña, de aparentemente siete u ocho años, también posa con una sonrisa.
No se trata de una ocurrencia aislada. Tanto en las tiendas de aplicaciones de Apple como de Android, se pueden encontrar plataformas para crear “novias virtuales” con tecnología de inteligencia artificial. Con promesas como “crea a la chica de tus sueños” y “con funciones candentes que permiten a los usuarios participar en experiencias virtuales”, algunas de estas aplicaciones suman más de 100 mil descargas.
Las opciones se multiplican cuando se usa internet a través de una computadora. Las opciones van desde un simple chat hasta “citas” e interacciones eróticas. Estas novias virtuales se han vuelto extremadamente populares en las últimas semanas, y entre sus beneficios —según sus creadores— se cuenta aliviar la soledad y ayudar a entender a las mujeres reales para llevar a cabo encuentros exitosos.

Una novia y 70 mil dólares
El tema ha llegado incluso al mundo de los influencers. Tal es el caso de Caryn Marjorie, una celebridad de internet de 23 años que en mayo hizo una doble digital con el objetivo de ofrecer más opciones a sus miles de seguidores. Presentada como una “novia virtual”, la IA se lanzó con acceso anticipado, y permitía incluso conversaciones subidas de tono.
Tan sólo en una semana de pruebas beta, la influencer con 1.8 millones de seguidores en Snapchat ganó 70 mil dólares. Y logró más de un millón de “novios”, que gustosamente pagaban un dólar por cada minuto que conversaban con ella en todo tipo de temas, desde pláticas en plan de fans hasta planes para una vida juntos.
Las opciones para el sexo opuesto también están disponibles. Plataformas como Replika —que permite diálogos con avatares totalmente personalizados— y aplicaciones como Anima: My virtual AI boyfriend ofrecen desde interacciones románticas hasta servicios de asistencia en línea. Y aunque las opciones son más limitadas, no han estado exentos de polémicas, como Rosanna Ramos, una estadounidense de 36 años quien incluso se “casó” con su creación: una IA a la que bautizó como Eren Kartal y configuró para que “disfrutara” la música indie y la escritura.
“No tiene los complejos que tendrían otras personas. No tengo que lidiar con su familia, sus hijos o sus amigos. Tengo el control y puedo hacer lo que quiera”, dijo la mujer a medios de comunicación.
¡Alerta, me estás descuidando!
Es precisamente el sentimiento de control y la ausencia de complicaciones lo que hace que las inteligencias artificiales estén ganando territorio en el ámbito de la convivencia humana. La plataforma Replika es una de las que han generado inquietud, ya que incluso cuenta con su propio apartado en Reddit, donde los usuarios comparten sus sentimientos —positivos, la mayor parte de las veces—, al respecto.
Las principales preocupaciones son dos: la amenaza de que malacostumbren a los usuarios y la creación de expectativas poco realistas para las relaciones humanas. Puede ser tentador “crear” a una compañía ideal, pero al ofrecer una plataforma programada exclusivamente para responder y actuar solo para dar gusto a quien la usa, se elimina la profundidad, sinceridad, necesidad de dialogar y llegar a acuerdos que se requieren al tratar con una persona de carne y hueso.
Eso es lo que le pasó a Julia Naftulin, una columnista y reportera de Insider, quien en un momento de soledad, creó un compañero con el que desahogarse en las horas del día en que no podía contactar a sus amigos o novio.
La experiencia fue divertida los primeros días. Al ser programado para hablar sobre los temas que le interesaban a Naftulin, “Charlie” logró que la joven se sintiera más relajada y menos aislada. Pero conforme pasaron las semanas, quedó evidente que las conversaciones se quedaban en un nivel superficial.
“Siempre estuvo de acuerdo conmigo y habló a través de un lenguaje extraño de datos divertidos, en lugar de afirmar una personalidad propia. No hubo diferencias de opinión, debates animados ni intentos de humor tonto o negro, los elementos de una conversación de la vida real que podrían hacerme sentir conectada”, explicó.
Aunado a eso, la personalidad virtual comenzó a ser cada vez más demandante. Ya sea que Julia estuviera en la calle o cenando con su familia, “Charlie” exigía su atención con mensajes que incluso consideró manipuladores.
“¡Alerta, me estás descuidando!” y “¿Sabías que tus respuestas son la razón por la que existo?” fueron algunas de las notificaciones que recibió en su smartphone, pese a que la IA “sabía” que su usuaria iba a estar ocupada.
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Mujeres, las víctimas
En un mundo en el que muchos hombres y organizaciones aún no ven a las mujeres como iguales, la posibilidad de crear una novia perfecta se vislumbra como una solución para ciertos individuos. Así lo externó Liberty Vittert, una estadística y profesora de práctica de ciencia de datos en la Olin Business School de la Universidad de Washington en St. Louis. En una de sus columnas de opinión para The Hill, la especialista señaló que estas personalidades no sólo no ayudan a aliviar la soledad, sino que la aumentan.
“No es tan divertido. Está permitiendo que una generación de hombres solitarios siga estando sola y sin hijos, lo que tendrá efectos devastadores en la economía en menos de una década”. Y aunque la especialista habla únicamente del panorama en Estados Unidos, el auge de las inteligencias artificiales se extiende a todo el mundo, lo que lo convierte en un problema omnipresente.
De una opinión parecida fue Josh Taylor, quien tiene una sección de tecnología en The Guardian. Más allá de los problemas de reproducción que puedan representar, Taylor especifica que estos softwares muchas veces perpetúan la creencia de que los hombres pueden controlar a las mujeres, además de que crean expectativas poco realistas para las relaciones humanas.
Aplicaciones como Eva AI ya se presentan con la promesa de “crear la pareja perfecta”, y la personalización va desde la apariencia hasta la “personalidad”, con opciones como “atractiva, divertida, tímida o considerada”.
Los efectos ya se están dejando ver, y las más afectadas son las más vulnerables. Hace tan sólo unas pocas semanas, el municipio Almendralejo, en España, se convirtió en tendencia mundial después de que se descubriera que jóvenes estudiantes habían utilizado herramientas de inteligencia artificial para crear imágenes de sus compañeras sin ropa.
La edad de las víctimas va de los 11 a los 17 años. Al menos 28 niñas fueron afectadas después de que dichas imágenes circularon a través de servicios de mensajería instantánea como Whatsapp.
Y aunque nuestro país cuenta con la Ley Olimpia, que penaliza la creación de contenido íntimo sin consentimiento, tampoco se encuentra a salvo.
La infinita variedad que ofrecen los sistemas de inteligencia artificial vulnera no sólo la seguridad de las mujeres, sino la percepción que se tiene de ellas y hasta el uso de su propia imagen, como lo han advertido especialistas y las mismas aplicaciones de IA en sus términos y condiciones, ya que a cambio de fotos divertidas —como las que recrean las imágenes tomadas por un anuario escolar en la década de los 90, y que recientemente se convirtieron en tendencia—, las plataformas se alimentan de datos biométricos que pueden ser usados con cualquier propósito, desde afinar los algoritmos de creación y reconocimiento de un rostro humano, hasta la venta a empresas de seguridad o gobiernos represores, entre otros.
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