Los próximos retos de la globalización: Pobreza y descontento social

27 de Abril de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

Los próximos retos de la globalización: Pobreza y descontento social

“Si una sociedad libre no puede salvar a los que son pobres, no podrá salvar a los pocos que son ricos.” John F. Kennedy.

La globalización ha sido un proceso largo y continuo, este término hace referencia a una transformación histórica de integración en los ámbitos político, económico, social, cultura y tecnológico; lo que ha convertido al mundo en un lugar interconectado, es decir, se pasó del concepto de aldea aislada a aldea global.

Es difícil esclarecer cuándo comenzó este proceso, historiadores hacen referencia a 1969 cuando nació el internet, algunos más recurren a 1989 cuando cayó el muro de berlín y el capitalismo se impuso al comunismo; y otros finalmente coinciden en 1995, fecha en la que se creó la Organización Mundial del Comercio que rige las normas comerciales entre países; lo que sí es claro es que cada uno de los eventos importantes a lo largo de la humanidad han hecho aportaciones para consolidar esta tendencia de interdependencia entre países, culturas y sociedades.

Actualmente, lo que sucede en el lado oriente se comunica al occidente y viceversa, pero sobre todo impacta de diferentes formas en diferentes países; se podría citar aquel proverbio chino que hace referencia a la Teoría del Caos: “El leve aleteo de las alas de una

mariposa

puede sentirse al otro lado del mundo” y es que en la era contemporánea, decisiones políticas, sociales o culturales y la creación de nuevas tecnológicas terminan por determinar el cauce de nuestras vidas.

Es claro que la inteligencia artificial, la digitalización y la tecnología han logrado amplias mejorías en la vida del ser humano, pero sobre todo han sido los detonantes del desarrollo económico y crecimiento; de acuerdo a datos del Banco Mundial en los último 25 años más de 1,000 millones de personas lograron salir de la pobreza extrema, y hasta 2018 la tasa mundial de pobreza es la más baja de que se tenga registro, sin embargo, aún hoy, en datos de la Organización de las Naciones Unidas existen 30 millones de niños que crecen pobres en los países más ricos del mundo y más de 700 millones de personas siguen viviendo en condiciones de pobreza extrema y luchan para satisfacer las necesidades más básicas, como salud, educación y acceso al agua y saneamiento.

Es decir, aún existe un reto enorme con respecto a la pobreza mundial, es un problema que debe ser considerado, pero sobre todo evaluado y enfrentado; al mismo tiempo que la globalización ha generado desarrollo y crecimiento, una parte de la población ha quedado sin avance, tan sólo en 2015, 80 personas poseían la misma riqueza que la mitad de la población mundial.

Por otro lado, la eliminación de la pobreza de acuerdo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, se ve severamente amenazado por la creciente ola de descontento social, sin duda, nos enfrentamos a uno de los periodos más complejos; las tensiones comerciales, la falta de confianza en las instituciones y los cambios en el esquema político mundial han generado una nueva contradicción: las clases medias se están reduciendo y la distribución de ingresos es desigual.

Gracias al proceso de comunicación mundial, ya no sólo se comparten sistemas de comercio o tecnología, también se transmiten formas de pensamiento y creencias; es así como la sociedad ya no guarda silencio ante el descontento social y ha descubierto en la protesta la forma más clara de manifestación; de acuerdo a una investigación conjunta entre la Universidad de Columbia y Friedrich-Ebert-Stiftung NY Office titulada: “World Protests 2006-2013 donde se analizaron 800 protestas en 84 países se llegó a la conclusión de que los principales motivos fueron: Justicia económica y austeridad, fallo de la representación política, justicia global y derechos; es decir, estos cuatro rubros engloban de forma significativa los problemas que se enfrentan en la mayor parte del mundo.

El fenómeno de la globalización en principio positivo ha generado algunas fallas; ha abierto brechas económicas que deben ser reducidas, se han creado en torno a la tecnología riesgos e incertidumbres difíciles de calcular, la automatización de trabajos puede afectar considerablemente a la sociedad trabajadora y el extremismo, el terrorismo y la desinformación circulan cotidianamente, por mencionar algunos.

Hoy existen muchos retos para la globalización, pero dos podrían significar el parteaguas: la eliminación de la pobreza y el entendimiento del descontento social; los cuales sin duda se retroalimentan y cada día se hacen más visibles.

Se debe reenfocar el propósito de la interconexión y comunicación mundial; la globalización debe servir como un puente para trazar las posibles soluciones ante temas actuales que aquejan a la sociedad, se trata de equilibrar la balanza, de modificar las reglas, de orientar las políticas públicas hacia el bienestar y el desarrollo de los menos favorecidos; porque se ha comprobado a lo largo de los años que a partir de la colaboración política y social es posible moldear un presente y crear en futuro mejor.

*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación. *Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n