El papel de la juventud indígena es crucial para el desarrollo de la identidad, la preservación del conocimiento tradicional, la reducción de la pobreza, el acceso al derecho a la tierra, los territorios, la seguridad alimentaria y la preservación de los recursos naturales.
En el mundo existen alrededor de 370 millones de personas que pertenecen a las poblaciones autóctonas, es decir, más del 5% de la población mundial, los cuales se encuentran distribuidos en 90 países, conformando así más de 5 mil grupos.
Si bien es cierto que los indígenas protegen sus identidades, su estilo de vida y los derechos sobre sus territorios y los recursos naturales, los cambios socioculturales están provocando una transformación que pareciera que merma su cultura.
Académicamente se han estudiado las expresiones juveniles, especialmente las urbanas, en especial, con la llegada de la modernidad vinieron cambios sustanciales en temas como la migración, la sexualidad, el cuerpo y su participación política, sin embargo, el contexto rural ha sido excluido para comprender qué nuevos cambios han representado para estos jóvenes indígenas.
Se estima que en nuestro país hay más de 12 millones de jóvenes pertenecientes a algún pueblo autóctono, de los cuales el 93.3% que habla su lengua, en edades de 6 a 14 años asiste a la escuela; mientras que los no hablantes se mantienen en el 95.6% de asistencia, según cifras de la CONAPO. https://bit.ly/1uasfwD
La tasa de estos jóvenes que se ven obligados a abandonar sus comunidades natales para irse a las zonas urbanas es muy alta, con la intención de obtener una mejor educación u oportunidades de empleo.
Hoy en día la población joven por debajo de los 25 años representa el 40% de las personas en el mundo, y de ellos 67 millones son de origen indígena que carecen todavía de más oportunidades, al ser un sector que tiene menor acceso a rubros básicos como la educación y el empleo. https://bit.ly/2vDm0sh
Aunque más del 50% de ellos se encuentra ocupado, el 59% trabaja como jornalero, empleado o ayudante en general, el 27% trabaja por cuenta propia, el 13.5% labora con familiares sin remuneración y sólo un 0.5% es empleador o patrón.
Por otra parte, es importante mencionar que la exclusión que viven estos jóvenes llega a ser triple o cuádruple, empezando por el derecho a la tierra, debido a que ellos se alejan de ellas y dejan de ser tomados en cuenta; seguido del derecho a la educación puesto que presentan altos grados de analfabetismo. Aunado a esto se encuentra la discriminación por clase al ser extremadamente pobres, por género debido a las pocas oportunidades para las mujeres, y por supuesto, la edad.
Como resultado, afrontan grandes desafíos relacionados con las adicciones, el pandillerismo y crimen organizado, suicidio, situación de calle, prostitución, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual e incluso en algunas zonas el reclutamiento para fines de paramilitarización.
En el marco del Día Internacional de los Pueblos indígenas a celebrarse hoy 9 de agosto, y del Día Internacional de la Juventud que se celebra el 12 de agosto, las cifras siguen indicando que la deuda social hacia estos pueblos es muy grande, pero las nuevas generaciones están por enfrentar retos aún mayores.
El trabajo hacia ellos comienza por hacer valer sus derechos fundamentales como seres humanos, pero también los propios como comunidad histórica; además de garantizar las condiciones para superar la pobreza, alcanzar una mejor alimentación, vivienda, educación, salud, y sobre todo, de justicia.
*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación *Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n