Nos acercamos al final de un año más, y es el momento en que podemos hacer una pausa para reflexionar; es justo este instante cuando sientes que todo va a terminar que puedes detenerte, mirar hacia atrás e intentar entender por dónde es que has avanzado y cuál fue el destino al que has arribado.
Este año 2017, nos pasó rápido, al menos personalmente así fue; pero estuvo lleno de sacudidas tanto nacionales como internacionales, ¿cuáles fueron los eventos que acontecieron este año y que tendrán repercusiones en los siguientes? Sin duda el más reciente y que como mexicanos tenemos presente fue el sismo del 19 de septiembre, el cual nos conmocionó, pero también exteriorizó lo mejor del pueblo mexicano, se mostró la unión, la fuerza y la solidaridad, donaciones y manos no se detuvieron y siguen sin hacerlo, a la fecha de los 50 albergues que estaban en operación en la Ciudad de México aún siguen en funcionamiento 4 y se han atendido a más de 54 mil personas en lo que va de los tres meses posteriores al temblor. Todavía queda mucho por hacer pero no se han parado las labores ni la ayuda a los damnificados.
Por otro lado, los cambios políticos han sido constantes, no podemos olvidar que el 20 de enero de este año arribó a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump, quién durante todo 2017 se ha caracterizado por una política exterior agresiva, escasos logros legislativos, una victoria en sospecha y la más baja aprobación para un mandatario en sus primeros 100 días de trabajo, amenazó con sacar a su país del TLCAN, sin embargo, al final optó por la búsqueda de un nuevo acuerdo mediante la renegociación, que aún no sabremos si logrará terminar en buen puerto. No ha dejado de realizar acciones que han sido criticadas por sus propios ciudadanos y personas fuera de Estados Unidos como su negación a la existencia del cambio climático, el cuál afirma es una invención de los chinos para desestabilizar la economía mundial.
Pero esta sorpresa en el triunfo de Trump sobre Hillary Clinton no fue suficiente para este año, en Francia Emmanuel Macron derrotó a la candidata ultraderechista Marine Le Pen; Macron nos enseñó que se puede llegar a la presidencia sin el respaldo de ninguno de los dos partidos políticos franceses, y atrajo los votos de una sociedad urgida de cambio siendo actualmente uno de los presidentes más jóvenes perfilado para convertirse en un líder en la Unión Europea.
De igual forma Zimbabwe cambió de presidente después de 37 años, este país tuvo al presidente más longevo Robert Mugabe quien a los 93 años renunció al cargo después de que los militares ocuparan el poder, Mugabe pasó de ser de héroe a un dictador caracterizado por la opresión a la oposición.
No podemos dejar de mencionar el constante incremento de la amenaza nuclear de Corea del Norte, ya que durante este año Kim Jong-un se dedicó a amenazar al mundo y específicamente a Estados Unidos con pruebas de misiles, Kim quien ha obtenido sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no se ha detenido y recientemente el 29 de noviembre lanzó un segundo misil intercontinental que afirma podría alcanzar territorio estadounidense.
El 2017 estuvo lleno de altibajos, el terrorismo tocó a la puerta en diferentes ocasiones, y uno de los momentos más desgarradores fue el concierto de la cantante Ariana Grande en Manchester donde el atentado dejó 20 muertos y 116 heridos y el grupo ISIS después de varias derrotas durante el año se adjudicó el ataque. Lamentablemente pocos meses después en Barcelona España una camioneta arrolló a una multitud y provocó la muerte de 14 personas y unos 100 heridos.
El cambio climático que el presidente estadounidense afirma no existe logró que los huracanes golpearan con mayor fuerza al caribe y a su propia nación, los nombres Harvey, Irma y María serán difíciles de olvidar, según cifras oficiales Harvey fue responsable de la muerte de 33 personas y aproximadamente 450 mil necesitaron ayuda por el paso del huracán. Irma dejó 40 muertos y 5 países con daños incluyendo a Puerto Rico que duró semanas sin electricidad.
Pero ¿todo fue malo? No; de cada tragedia: huracanes, sismos, atentados; aprendimos a valorar y a ser solidarios, cada persona comenzó a entender que quien está a su lado es su hermano, que todos necesitamos ayuda y apoyo y que sólo está en nosotros voltear a ver al prójimo. Sí, 2017 fue un año de cambios políticos, movimientos impulsados por el cansancio y la urgencia de transformación; este año marcó un antes y después en el quehacer político que nos deja espacio a la reflexión y a la apuesta por una postura basada en la ciudadanía y sus necesidades.
Finalmente me gustaría retomar las palabras pronunciadas en la víspera de Navidad por nuestra Santidad el Papa Francisco “Mientras el mundo se ve azotado por vientos de guerra y un modelo de desarrollo ya caduco que sigue provocando degradación humana, social y ambiental, la Navidad nos invita a recordar la señal del Niño y a que lo reconozcamos en los rostros de los niños, especialmente de aquellos para los que, como Jesús, «no hay sitio en la posada» (Lc 2,7)”. Veamos a Jesús en cada niño, en cada anciano, en cada ser humano a nuestro alrededor, busquemos incansablemente la paz, reanudemos el diálogo, pensemos nuevamente en la armonía, la justicia y el respeto a la dignidad, retomemos el compromiso de la reestructuración del tejido social porque si este año no nos ha enseñado a pensar nuevamente en los valores, volveremos a equivocarnos; recordemos que error no aprendido, error repetido. Feliz año nuevo 2018. Comencemos.
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