“No podéis decir nada en contra de Andrés Manuel López Obrador”, dijo el presidente de la organización Prisoners Defenders International (PRS/DFN) que fue el mensaje que se le comunicó desde la Presidencia del gobierno de México sobre la conferencia de prensa en la que presentaron evidencias y testimonios de que las misiones de médicos cubanos son una forma de esclavitud.
Durante una pausa debida a problemas técnicos en la rueda de prensa, el líder de PRS/DFN, Javier Larrondo, explicó que la conferencia no se pudo llevar a cabo en el Museo Memoria y Tolerancia, como estaba planeado, porque “la presidencia del gobierno” no iba a tener seguridad para proteger la presentación ante las amenazas que recibieron ayer de parte del Partido Comunista Mexicano.
También les comunicaron que, agregó el emprendedor ya activista de origen cubano español, “tenéis que quitar todos los tuits que se meten con AMLO; no podéis hablar de AMLO en la presentación, no podéis decir nada en contra de Andrés Manuel López Obrador”, cosa a la que no se negaron, aunque planeaban ejercer su libertad de expresión en la reunión. Horas después se les dijo que cancelarían la conferencia de prensa, por lo cual esta se llevó a cabo en un hotel y sin tiempo para hacer pruebas de sonido y conectividad.
“El gobierno cubano no quiere que se conozca esto”, dijo Larrondo en referencia a las evidencias que presentaron esta mañana, las cuales muestran “un esquema de esclavitud completo para obtener ingresos para el estado de ciudadanos que son explotados” por el gobierno cubano.
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Entre las evidencias que presentaron se encuentra, por ejemplo, el artículo 135 del código penal cubano, “que determina que el que no vuelve a Cuba es un desertor… y queda bloqueado, cerrado de toda posibilidad de ver a su familia durante un periodo de ocho años”. Para este castigo no hay excepciones bajo ninguna circunstancia, así sea la enfermedad o muerte de alguno de los familiares.
También presentaron un análisis de mil 111 testimonios, 75% de los cuales dijo que no participaba en las misiones de manera voluntaria; 76% dijo haber sufrido o haber presenciado que compañeros y compañeras sufrían amenazas; 20% dijo haber sufrido o haber visto violencia física por parte de los funcionarios organizadores de las misiones o con su permisividad.
Larrondo destacó que en 41% de los testimonios se manifestaba haber sufrido o visto a compañeras sufrir acoso sexual por parte de los funcionarios o con su permisividad. “Esto ha pasado también en México”, dijo Larrondo.
Para que algo así suceda tiene que haber, por un lado, “un gobierno que desprecia los derechos y las libertades de sus conciudadanos, que los utiliza como mano de obra esclava”, comentó el diputado del Parlamento Europeo Jordi Cañas por vía remota, pero también tiene que haber gobiernos y empresas cómplices que, “sabiendo la realidad de lo que sucede, no dudan en utilizar los servicios de personas que están siendo sometidas a condiciones indignas”.
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