Investigan red de empresarios y políticos de Guerrero
El cártel de Los Beltrán Leyva fue considerado extinto, pero sus vínculos y células se mantienen
MARÍA IDALIA GÓMEZ Y JONATHAN NÁCAR
El golpe a una de las estructuras financieras y operativas para el control del centro del país del Cártel de la familia Beltrán Leyva o La Empresa, como también se le conoce, comenzó hace unos días con la captura de Clara Elena Laborín Archuleta, La Señora, pero apenas es el inicio. La red que investigan las oficinas de inteligencia y de la Procuraduría General de la República (PGR) involucra a empresarios y políticos de Acapulco y Chilpancingo, Guerrero.
La Señora, esposa de Arturo Beltrán Leyva, El H, fue identificada en 2009, por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, como lavadora de dinero del cártel. Pero en 2014 se le señaló como la cabeza que asumió parte del control de las operaciones del grupo, tras la detención de su pareja, registrada en el mismo año.
Las investigaciones de las autoridades, de acuerdo a fuentes consultadas por ejecentral, se extienden más allá de Guerrero e involucra uno de los centros neurálgicos de las operaciones de los Beltrán Leyva para la siembra y trasiego de heroína, marihuana y drogas sintéticas: Morelos, Estado de México, Ciudad de México, Veracruz y Sonora.
A los Beltrán Leyva se les consideraba aniquilados, así lo afirmaban funcionarios desde el gobierno del ex presidente Felipe Calderón. Pero no fue así. Aunque la organización se atomizó en los estados donde operaban, mantuvieron la relación con proveedores colombianos, siguieron elaborando drogas sintéticas y comercializando marihuana y heroína; además de vender armas.
Los últimos cuatro años, a través de alianzas con Los Zetas y reunificar a sus propias células, los Beltrán Leyva comenzaron a reconquistar su territorio y a cobrar venganza. Eso explica la violencia en Guerrero y Morelos, en donde algunos informes de inteligencia sostienen que se asociaron con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Para defenderse, tras las embestidas de sus enemigos, Los Beltrán Leyva crearon grupos entrenados y bien armados. Uno de ellos es el que opera en Acapulco, conocido como Los Rusos, compuesto por jóvenes sanguinarios, con la encomienda de acabar con los traidores y sus enemigos del Cártel Independiente de Acapulco (CIDA) y La Barredora, por ejemplo.
Los creían extintos
La organización conformada por Marcos Arturo, Alfredo, Héctor y Carlos Beltrán Leyva sigue activa. Ya desde abril de 2010 se había dado un indicio de que la esposa de Héctor Beltrán Leyva, El H, mantenía una gran participación en las operaciones del cártel, luego de que fue secuestrada por 15 días a manos de operadores del Cártel de Sinaloa.
›El Ingeniero, como también se le conoce a Héctor Beltrán, fue el último de los bastiones que mantenían el liderazgo visible del cártel, asumió el control tras la muerte de su hermano Marcos Arturo El Barbas, quien fue abatido en un operativo de la Marina, el 16 de diciembre de 2009, en Cuernavaca, Morelos.
Tras la muerte de Arturo, y la subsecuente captura de quien fue su principal operador, Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, en agosto de 2010, Los Beltrán Leyva sufrieron una fragmentación de la cual se derivaron varios brazos armados que a la fecha se disputan el territorio contra grupos del Joaquín Guzmán El Chapo, La Familia y Los Zetas.
Clara Elena Laborín fue la encargada de coordinar la disputa territorial en favor de los “disueltos” Beltrán Leyva, en Guerrero, Morelos y parte de la región norte del país.
Las embestidas
El primer golpe de las autoridades contra Los Beltrán en Guerrero ocurrió hace unas semanas, al detener a Juan Carlos Rodríguez, El Ruso, jefe de sicarios al servicio del cártel. La fuerzas federales también capturaron a seis de sus colaboradores, señalados por extorsiones, secuestros y asesinatos. Una semana después, se dió la captura de Joaquín Alonso Piedra, propietario de talleres de torno, plazas comerciales y prestamista, acusado de lavar dinero a favor de Laborín Archuleta. Este empresario sería el principal eslabón de corrupción con los empresarios, funcionarios y ex funcionarios, tanto del Partido revolucionario Institucional (PRI) como del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Guerrero.
Su sobrino, Iván Alonso Bustamante, que también fue detenido y aparentemente liberado bajo las reservas de ley, era líder juvenil en el PRI estatal. Se le investiga por su posible participación en el lavado de dinero a favor del cártel.
El lunes, después de varios cateos, fue capturada en Sonora La Señora, quien según las autoridades coordinaba desde el norte las operaciones en el centro del país para el trasiego de la droga. Ya fue consignada a un juez.
Pero con estas capturas no se aniquila a Los Beltrán Leyva, pues Carlos, el menor de los hermanos, y sus sobrinos siguen coordinando gran parte de los negocios del cártel, la más poderosa y violenta.
Beneficios del gobierno
Registros en PGR muestran que desde 2003 comenzaron las investigaciones más importantes contra Los Beltrán Leyva. En 2006 les fueron decomisadas varias propiedades en Morelos, Estado de México y Sinaloa, principalmente, a nombre de la familia de los capos, entre ellas Clara Laborín.
Al paso de los años, según reportes de inteligencia, la familia de Laborín Archuleta construyó una red de lavado de dinero de bajo perfil, y poseen concesiones mineras, empresas de construcción y de servicios que han sido proveedoras del gobierno de Sonora, por ejemplo. Sin embargo, no existe todavía una averiguación previa formal en contra de ellos.
Los registros muestran que Édgar Laborín Archuleta poseía, al menos hasta el año pasado, una concesión minera en Cajeme, Sonora. Y Tizoc, de los mismos apellidos, tiene otro permiso similar vigente, pero en Agua Prieta. Ambos aparecen como beneficiaros del Programa de Producción Pecuaria Sustentable y Ordenamiento Ganadero y Apícola (Progan) de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), para ranchos que poseen en Sonora. Junto a Clara Elena Laborín fue detenido Alan Conteras Páez, El Cha, señalado como presunto lavador de dinero del cártel. Los registros establecen que fue propietario del restaurante Chimichangos de Hermosillo y socio de la empresa Maxioficinas, proveedor del gobierno sonorense. . Esta red que es mucho más grande y estos personajes son los más visibles, aún se encuentra bajo investigación, por lo que no ha sido desarticulada, y es en ella donde participan empresarios y políticos de Morelos, Ciudad de México, Guerrero, Veracruz, Sonora, estado de México.