Kobido, una caricia japonesa

En un mundo lleno de innovación, todo lo queremos solucionar con bótox, rellenadores y cirugía. La manera en que los orientales se acercan a la medicina, el bienestar y la belleza, hace mucho sentido para muchos. En China o Japón, no se puede concebir la belleza sin salud. Uno de los secretos que la mujer japonesa conserva para tener una piel impecable, son los masajes faciales. Y es que la cara refleja todo, cuando amanecemos con bolsas en los ojos, nos aparece una irritación o tenemos un granito, se debe a que algo no está bien dentro de nosotros, ya sea una alergia, una condición hormonal o falta de descanso. Nuestro rostro habla de cómo estamos al interior y las japonesas han sabido ver esto. Durante los últimos meses ha cobrado mucho auge una técnica llamada Kobido (antiguo camino de la belleza), un masaje facial que entre muchas otras cosas retrasa el envejecimiento y funciona como lifting natural. El Kobido promueve la circulación sanguínea, elimina toxinas, estimula los nervios faciales al alcanzar las células de la piel, fortalece y tonifica la musculatura de la cara, previene flacidez, arrugas, además estimula la producción de colágeno y elastina. A través de una sesión de Kobido, podemos experimentar diferentes sensaciones en el rostro. A medida que avanza el mensaje, la piel se ve más roja (esto debido a la circulación) pero sin sentir dolor o irritación. Los expertos señalan que las bolsas que se forman en los ojos se deben a una falla en los riñones. El Kobido es una técnica que contribuye a detectar los padecimientos físicos, mentales y emocionales, ya que se oprimen puntos con la técnica de Shiatsu para trabajar distintas partes del cuerpo desde la cara. Los resultados son sorprendentes, cuando la sesión concluye, puedes percibir tu piel más joven, luminosa y descansada durante siete días, cuando Kobido concluye su ciclo.