Tras la mañana del 19 de septiembre de 1985 descubrimos que los mexicanos somos capaces de organizarnos. Nuestras autoridades observaron aterradas la capacidad de organización y respuesta de una sociedad abandonada. La autonombrada sociedad civil se levantó y como un solo hombre respondió y se tendió la mano a sí misma. Treinta y dos años después, pero por la tarde del mismo 19 de septiembre, nuevamente estábamos a prueba, esperando que la lección estuviera aprendida. Pero, fallamos…
En el mundo se maravillan y estudian la respuesta y participación del pueblo mexicano, pero… a pesar de la desbordada ayuda y respuesta, ¿qué logramos? ¿Realmente la actuación de la sociedad civil fue eficiente? En algunas áreas, sí, en muchas otras, seguro no.
En México, el esfuerzo de profesionalizar y equipar grupos USAR (Búsqueda y rescate urbano, por sus siglas en inglés), lleva al menos desde 2002. Hoy, lamentablemente, tenemos sólo dos grupos gubernamentales cercanos a la capacidad operativa que debe tener un grupo de rescate con esta certificación. Desde la sociedad civil, me atrevo a decir que sólo Rescate Urbano México, A.C. se ha ocupado en capacitarse, equiparse y establecer procedimientos de activación y operación para emergencias mayores. Desde esa misma trinchera, pude observar la maravillosa respuesta de nuestra gente, que si bien cobijó y alivió el dolor de nuestros hermanos damnificados, y tendió la mano a quienes esperanzados aguardaban por el rescate de sus seres queridos, también entorpeció y retrasó las labores de búsqueda y rescate.
Hoy, aplaudo y me conmueve hasta las lágrimas saber que ahí sigue mi querida sociedad civil, pero hoy también levanto la voz para reclamarle el pobre aprendizaje, la terrible falta de interés por hacer mejor las cosas, por no ser voluntarios profesionales, capacitados, responsables, honestos y organizados, de la misma manera que exigimos a los gobiernos que lo sean.
Una de las instrucciones más básica del Sistema de Comando de Incidentes (SCI) refiere es que la primera unidad con capacidad operativa debe asumir el mando de la situación, para después transferirlo conforme llegan más recursos, crece la emergencia o llega personal con mayor capacitación. El pasado 19 de septiembre, la primera en responder fue la querida sociedad civil con sus miles de brazos voluntarios, entonces, ¿qué salió mal? Pues que, como civiles voluntarios, nadie les dijo que debían asumir el mando de la emergencia, y peor aún, nadie nos dijo que debíamos transferir el mando al personal capacitado.
La Protección Civil debería ser materia obligatoria en la educación básica, donde aprendamos primeros auxilios, evacuación y repliegue, prevención y combate de incendios, para que cuando vuelva a llegar el día —porque estoy seguro que llegará una y otra vez—, volvamos a levantarnos como uno solo, como ese ente que reacciona con miles de brazos voluntarios, que ahora sí, de la mano de sus autoridades, harán un frente común asumiendo y delegando funciones. (FOTO: Tercero Díaz/Cuartoscuro)
*Cinefotógrafo. Técnico en rescate en estructuras colapsadas. Participó en el rescate de Álvaro Obregón 286.
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