Tristes han sido los últimos meses para Ricardo Monreal, el ahora Senador y exgobernador de Zacatecas ha visto disminuidas sus fuerzas y su protagonismo en el panorama político nacional.
No se trata de hacer un recuento de los daños o de aventarse un clavado a su historial político, pero el 2021 y lo que va del 2022 han marcado su devenir político y dibujan a querer o no, su futuro y destino.
Por todos lados se dice que se enfrentó tras bambalinas a la hoy Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Fue uno de los operadores y liderazgos que colocó más candidatos a las alcaldías de la capital del país durante el 2021 y que con eso le estaba comiendo el mandado. Grande fue la desilusión de Morena y sus liderazgos cuando vieron disminuida su popularidad en la CDMX , algunos lo atribuyen a la mala gestión de Claudia, otros al fracaso de las huestes de Monreal que no pudieron convencer al electorado.
No se tiene la certeza de hasta donde esta batalla entre Monreal y Sheinbaum lo hizo caer de la gracia del Presidente o si fue su apresurada aspiración por ser el sucesor de López Obrador, pero lo cierto es que ni el mismo AMLO lo ve con confianza o cercanía, como se dice por ahí “esta tan lejos del sol que no ve la luz”.
Desde diciembre de 2021 se enfrascó en una lucha interna, en esta ocasión motivada por la detención en Veracruz de José Manuel del Río, quien era secretario técnico de la Junta de Coordinación Política. El enfrentamiento entre Monreal y el gobernador de Veracruz Cuitláhuac García, dividió al partido; diputados y senadores metieron la cuchara en el conflicto a grado tal que tuvo que intervenir el Secretario de Gobernación Adán Augusto López, un nombre que debe ser parte de las pesadillas de Ricardo Monreal o que por lo menos resuena en su cabeza.
Monreal que se sentía el tercero en fila para la sucesión presidencial, ya tenía una marcada distancia con Claudia Sheinbaum y en lugar de sumarse al grupo de Marcelo Ebrard, prefirió formar su propio grupo, grande fue la desilusión cuando el mismo López Obrador metió con calzado a la terna al mismo Adán Augusto López, dejando al buen Ricardo condenado al olvido electoral.
El buen Ricardo no pierde la esperanza de estar en la terna, ni la crisis de inseguridad que vive su hermano y gobernador de Zacatecas, David Monreal, lo han logrado sacar de sus febriles sueños de ser presidente.
Su necedad no solo puede conducirlo al fracaso, sino que en breve podríamos verlo fuera de las filas de Morena.
Este lunes ha pedido que sea el Instituto Nacional Electoral (INE) quien organice la contienda interna de su partido para seleccionar a quien abanderará la candidatura presidencial en el proceso electoral de 2024, pues no confía en las encuestas.
Ya cuando no confían ni entre ellos es señal de alarma, deben tener la misma sensación que un carterista sentado a la mesa con Alibaba y sus 40 ladrones.