La irrealidad aumentada: Trump, compañero de Musk

21 de Mayo de 2024

La irrealidad aumentada: Trump, compañero de Musk

Trump y Musk

Aunque es pronto para elaborar conclusiones sobre las elecciones intermedias en Estados Unidos, es curioso que en el telón de fondo se encuentre la polémica compra de la red social Twitter

La verdad es víctima del cambio climático de las emociones. Por un lado se encuentra la irrealidad aumentada; frente a ella, la realidad aumentada. Ya no existe la realidad sin distorsión; las redes sociales son fuentes de hechos alternativos. Hechos a la medida del tuitero.

El brexit es uno de los primeros actos protagónicos de la irrealidad aumentada. Nigel Farage prometió que llegarían millones y millones de libras esterlinas por semana al sector salud. Con el brexit, los británicos dejarían de enviar ese dinero a Bruselas, donde miles de eurócratas discuten sobre nimiedades.

En Cataluña, 1 de octubre de 2017, la irrealidad aumentada llevó a cabo un referéndum independentista. Millones de catalanes salieron a las calles a votar. El presidente, Carles Puigdemont, declaró la independencia, y acto seguido huyó a Bélgica. La realidad aumentada la protagonizó Mariano Rajoy. Diez años antes decidió judicializar un problema político.

En Estados Unidos, una estrella de la televisión tuvo la ocurrencia de cumplir el sueño de ser presidente. La irrealidad aumentada lo llevó a la Casa Blanca bajo una estrategia inteligentemente planeada por Steve Bannon y Facebook. La realidad aumentada llegó muy tarde. Un educado Barack Obama subestimó la crisis hipotecaria de 2009. La venganza llegaría unos años después bajo la conducción de la estrella Donald Trump.

Al caminar por algunos condados aledaños a Cincinnati, Ohio, uno tiene la sensación de desplazarse por la cuenta de Twitter del conspiracionista Alex Jones: Estados Unidos está siendo invadido por turbas de chavistas, haitianos, centroamericanos y mexicanos que intentan extinguir el saber vivir estadounidense.

Hoy más que nunca hay que estar bien armado. ¿Es la realidad o la irrealidad aumentada?

Los ciudadanos como llaveritos de los políticos: colocan calcomanías con mensajes apocalípticos en los coches; presumen que son mediadores de dios y distribuyen alertas sobre el día del juicio; conspiracionistas, pero admiradores de las Kardashian.

Es una zona ambigua donde una densa nube de tuits puede confundir con facilidad a los integrantes de la sociedad que han decidido no leer nunca más The Washington Post o The New York Times.

Joe Biden alertó unos días antes de las elecciones de medio término que la democracia estadounidense corría peligro. Realidad aumentada para alertar a la población, pero también para miniaturizar la inflación que ha desaparecido 8% del poder de compra de los estadounidenses. La economía no necesita de intérpretes, simplemente hay que entrar a un mercado.

El Pew Research logó identificar el aborto como incentivo para dirigir el voto a favor de los demócratas. Ocupaba el tercer lugar después del futuro de la democracia y del servicio médico. Para el respetado centro de investigación de opinión pública, la economía y la inmigración eran los dos resortes que empujaban a votar por los candidatos republicanos. Paradójicamente, los jueces conservadores de la Corte Suprema le ofrecieron a Joe Biden un salvavidas: derogó el proyecto Roe vs. Wade y eliminó el derecho constitucional a la interrupción del embarazo en todo el país. La realidad aumentada reaccionó. Con los derechos adquiridos, no.

Es pronto para elaborar conclusiones de las elecciones intermedias. Lo que es cierto es que Joe Biden celebró que su partido no haya sido arrollado por los republicanos, pese a que puede perder el control de las dos cámaras. Pero la irrealidad aumentada, representada en esta ocasión por las expectativas, fue vencida por el discurso de Biden y de Obama.

Es curioso que en el telón de fondo de las elecciones se encuentre la compra de Twitter por parte de Elon Musk, y que él mismo le haya dado un RT a un medio alternativo que difundió teoría conspirativa sobre el ataque con martillo al esposo de Nancy Pelosi. ¿Elon Musk prepara el regreso de Trump a Twitter? ¿Será el nuevo Steve Bannon?

La llamada posverdad implica un entorno de sobrevivencia frente a la anarquía de las mentiras. Transitamos por la decadencia hacia un rumbo donde no existe la verdad.

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