La máscara del machismo en el pancracio
El acoso sexual no es el único problema de las mujeres en el deporte espectáculo declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México; la cosificación también entra en el ring
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El acoso sexual está presente en deportes de contacto como la lucha libre y es un reto físico y psicológico para las mujeres que la practican. Los ataques provienen de redes sociales, entrenamientos incómodos con la desnudez de sus compañeros varones de por medio, hasta lesiones infligidas e intencionales. A pesar de ello no hay un protocolo contra el acoso para prevenir o sancionar estos casos que han generado lesiones.
Diosa Atenea, gladiadora que ha sumado varias giras en el mundo en nueve años de carrera, agrega que algunos promotores “se sienten con derecho de insinuarte o tener derechos sobre ti (...) para no trabajar con nadie más”, lo que considera, le ha cerrado oportunidades laborales.
Lady Apache y Lady Shani señalan que el acoso puede venir de los fanáticos, ya sean niños o jóvenes. A la lista se suma Starfire, con 12 años en los encordados, quien apunta que el acoso es más frecuente en redes sociales, a través de perfiles falsos y mensajes obscenos con fotografías.
Estrellita, quien debutó hace 25 años y Starfire son gladiadoras que se han enfrentado a las lesiones provocadas intencionalmente por sus compañeros. “Por el hecho de ser mujer no quieren trabajar con nosotras o se ensañan”, asegura.
›“En una lucha me dieron en toda mi mandarina. El compañero se ensañó conmigo hasta no verme sangrar en la nariz y en la boca... otros compañeros nos separaron y me llevaron a los vestidores”, refirió Starfire, gladiadora de 26 años de edad.
Otro de los obstáculos para una luchadora que desea figurar en el pancracio es la estricta alimentación, e incluso someterse a operaciones estéticas para aumentar senos y glúteos “para que el padre de familia vaya a las luchas para ver a las mujeres y no tanto para llevar a su hijo”, asegura Andrés Maroñas, narrador de lucha libre con 25 años de trayectoria.
Los consejos de Andrés Maroñas podrían ser peligrosos, pues las operaciones de aumento de senos abren la puerta al cáncer de mama para las luchadoras, debido a los golpes que reciben en el pecho: “Tener un implante mamario te da un riesgo mayor que a la población en general, de encapsularse, de romperse, de voltearse y de generar lesiones benignas”, refiere la ginecóloga Laura González, especialista en biología de la reproducción.

Las diferencias
En 85 años historia del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), las mujeres no han encabezado ninguna función de aniversario, al igual que en la empresa Lucha Libre Triple A, en Triplemanía, ambos eventos importantes de su tipo. “Queremos que dejen de ver a la luchadora como un pedazo de carne moviéndose en el ring, sino que valoren lo que es la lucha libre femenil. Que vean que una mujer sí se puede preparar y que no nada más es subir a enseñar el cuerpo”, comentó la gladiadora Diosa Atenea.
Debut femenil. Natalia Vázquez fue la primera luchadora mexicana que se subió a un ring, en 1935, en la Arena México.
Desde los últimos cuatro meses de 2018 y hasta la fecha, en la CMLL las mujeres no han pasado de la segunda lucha en ninguno de los eventos estelares en cualquiera de los eventos más importantes de la disciplina. A eso se añade que el Viernes Espectacular de Día de Muertos y para los aniversarios del Maestro Lagunero y del Capo de Jalisco no fueron requeridas, pese a que la empresa tiene a Sofía Alonso como directora comercial, puesto clave en el consejo luchístico que institucionalizó este deporte.
Para Estrellita, luchadora del CMLL, el que no hayan encabezado una de las funciones grandes del año se debe a que “aún no estamos para encabezar el cartel. Los hombres tienen más público y obviamente los directivos y promotores van a estar apostando a quien les dé más dinero”.
›La falta de oportunidades para encabezar los grandes eventos y las carteleras semanales va de la mano con el desigual pago que reciben por función con respecto a los hombres. Maroñas sostiene que es “abismal” la cifra.
“Yo creo que un hombre por función te puede cobrar 20 mil pesos y una mujer no te cobra arriba de dos mil 500”.
Aunque la preparación entre hombres y mujeres es la “misma”, según Lady Apache. “Nosotras entrenamos con hombres cuando entramos a diferentes escuelas”.
Para El Fantasma, exluchador profesional y actual presidente de la Comisión de Lucha Libre Profesional de la Ciudad de México, “la mujer tiene las mismas posibilidades, los mismos privilegios que un hombre en la Lucha Libre”, por lo que también “hay mujeres muy exitosas, ya no es como antes. Ahora la mujer tiene un papel importante en la vida”.
A pregunta expresa sobre las labores de la Comisión de Lucha Libre capitalina para generar igualdad en la Lucha Libre, El Fantasma respondió que este órgano “no tiene que hacer absolutamente ninguna campaña de nada. Tú como luchador y como luchadora te tienes que dar a respetar ante los compañeros y público y ante todos. Obviamente si no te das a respetar, pues te van a faltar al respeto”.
Lucha de mujeres
Un ejemplo de lucha contra el acoso es el de Lady Apache, quien ha tratado de visibilizar el acoso sexual desde su debut hace 32 años con su fundación Equidad y Dignidad Lucha Libre Femenina A.C, creada en 2014, para combatir las prácticas machistas y conseguir mejores condiciones laborales.
Desde 2013, Manuel Flores fundó la empresa Women Wrestling Stars (WWS), dedicada a promover luchadoras en el medio y ayudarlas a hacer giras alrededor del mundo, e inspirado en el ejemplo japonés de la empresa Stardom, de Rossy Ogawa, quien creó un imperio con el que ha podido llenar recurrentemente las mejores arenas de su país.
“Es difícil (organizar luchas femeniles). Necesitamos que vengan más aficionados para tratar de solventar los gastos que conlleva hacer una función (…) Hemos hablado con gente de tele abierta, pero ellos te piden que haya gente conocida”, comentó Flores, quien asegura que en la lucha libre busca la igualdad.