La portada | El objetivo: evitar la violencia social

5 de Mayo de 2024

La portada | El objetivo: evitar la violencia social

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México se enfila hacia el proceso electoral de 2024 con elevados niveles de polarización, un fenómeno que López Obrador asegura que no existe, pero que se observa en las calles, las conversaciones y las redes sociales. Hoy, los moderados, los políticos de centro y constructores de puentes son indispensables; ejecentral contactó a personajes con este perfil para conocer una hoja de ruta

Gira la perinola. El destino nacional está en juego. Una de las caras dice “unos toman” y retrata a un México “agandallado”.

Es el escenario más egoísta y se caracteriza por la existencia de grupos de poder que actúan coordinadamente para proteger y mantener sus privilegios y su riqueza. La legalidad, la seguridad y la justicia social son irrelevantes.

violencia social en México

La segunda cara del pequeño trompo dice “algunos ponen” y refleja un México pasmado ante los problemas.

En esta opción, los cambios impulsados por el gobierno son limitados para reducir la impunidad, la violencia y la desigualdad. Los pequeños avances se construyen a partir de acuerdos cupulares, sin incluir la opinión de la sociedad. El malestar ciudadano prevalece.

La tercera cara de la perinola dice “todos pierden” y alerta a los jugadores sobre un país fallido.

Es la hipótesis más caótica y su principal combustible es la polarización. Algunos apoyan un Estado de excepción para establecer el orden público, pero otros no confían en las autoridades y toman la justicia por sus propias manos.

La última cara es la más esperanzadora, dice “todos ponen” y se muestra como la opción más viable para superar los problemas nacionales.

En este supuesto las élites y los dirigentes en los sectores público y privado están dispuestos a sacrificar privilegios personales y gremiales, por un bien mayor y colectivo. Gana terreno la confianza, el respeto a la ley, la equidad y el bienestar.

Los cuatro escenarios fueron construidos por Méxicos Posibles, una organización que reunió a un grupo plural —gobernantes, empresarios, militares, religiosos, líderes sociales, académicos, etc.—, para conversar sobre los problemas nacionales y dilucidar el futuro en función de las actitudes de cada grupo.

Las hipótesis se plantearon antes de que Andrés Manuel López Obrador ganara las elecciones en 2018, asumiera el poder y fuera uno de los factores de polarización.

Pero las variables han cambiado. Después de la revocación de mandato hace unas semanas, México quedó más polarizado: de un lado los que apoyan al mandatario y del otro los que quieren que se vaya o le hicieron el vacío en la consulta ciudadana.

Esto empeoró rápidamente, con la discusión de la reforma en materia eléctrica en el Congreso de la Unión, en donde la palabra más repetida fue patria, utilizada por todos los bandos, para acusar, denostar y hasta victimizarse.

Fueron casi 12 horas de discursos ideológicos con fines electoreros, y no de planteamientos técnicos y definición de un proyecto de nación.

Ambos eventos, la revocación de mandato y la discusión de la reforma eléctrica, mostraron el peor de sus rostros en las redes sociales. En donde el lenguaje soez, los linchamientos y la virulencia en general, de uno y otro lado, anuló la discusión de ideas.

Con la sucesión presidencial adelantada, es previsible que el país se polarice aún más, entre quienes buscan continuar la transformación y los que pretenden desterrarla.

Aunque ninguna universidad o investigador en México ha hecho un estudio reciente que permita determinar qué impacto tiene en la vida cotidiana de la población, de la economía y del desarrollo, el discurso polarizante desde Palacio Nacional y los diferentes niveles de gobierno, o entre los partidos políticos; así como el instigar, desde distintos sectores, la confrontación.

Sin embargo, el incremento de los robos, la violencia feminicida, los secuestros, los asesinatos y las manifestaciones violentas, son las formas en que, para estudiosos del comportamiento social y de la inseguridad, sí son expresiones del encono y la conforntación.

En este clima, ¿habrá quienes en lugar de polarizar trabajen por integrar, conciliar, soldar o cicatrizar? ¿Cuál es su diagnóstico del país? ¿Son escuchados? ¿A quién le conviene la división? ¿Quién gana con la cohesión?

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ejecentral buscó a los moderados, los incluyentes, los centristas y los que tienden puentes, para conocer su postura frente a estos tres años y medio de tensión, los saldos de la polarización, los riesgos de seguir así en el corto plazo, las ventajas de poner fin al desgajamiento, y la hoja de ruta para hacerlo.

La pluralidad, la tolerancia, la conversación, la escucha y la colaboración son términos clave en las charlas con estos cinco personajes que consideran que tensar la cuerda y jalar cada quien para su lado puede tener consecuencias difíciles de recomponer para el país.

Los personajes entrevistados coinciden en que el presidente Andrés Manuel López Obrador no es el único responsable, también lo son, en otra medida, los grupos de poder, y detrás de todo ello, los profundos agravios sociales que se siguen acumulando y quedan sin resolver.

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