El cambio climático ha comenzado a tener fuertes efectos en todo el mundo, siendo la sequía es la expresión más visible de esta, debido a que pega directamente a las grandes ciudades en todo el mundo.
Sin embargo, el fenómeno natural, al cual contribuye en gran medida la actividad humana, permite observar otros fenómenos. En esta ocasión ha permitido ver en todo su esplendor el dolmen de Guadalperal, también conocido como el “Stonehenge español”.
Antes de continuar con el extraordinario caso, debemos aclarar que los “dolmen” son piedras que están acomodadas verticalmente que suelen sostener una roca plana normalmente de grandes volúmenes. Hasta el momento no hay un consenso de la razón por las cuales fueron construidas, pero se sabe que son abundantes en Europa Occidental.
Una de las hipótesis más difundidas es que pueden tratarse de cementerios, pues se han encontrado muchos restos humanos en los alrededores.
Ahora bien, el encontrado en España surgió en un el embalse de Valdecañas, en la comunidad autónoma de Extremadura (oeste de España, en cerca de Portugal), debido a la disminución del agua por la falta de lluvia en la zona.
Enrique Cedillo, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, dijo que se trata una rara oportunidad para acceder a este tipo de monumentos megalíticos. El dolmen tendría entre 5 mil y 7 mil años de antigüedad.
Ahora, el sitio arqueológico ha comenzado a ser amenazada por el turismo moderno, nuevo obstáculo que la construcción debe enfrentar.
El dolmen de Guadalperal tiene 140 piedras y en realidad fue descubierto por el arqueólogo alemán Hugo Obermaier en 1926, pero en 1963 quedó sumergido bajo el agua cuando se construyó un embalse en la zona.
Actualmente, el embalse está al 28% de su capacidad por lo que solo en tiempos de sequía se puede ver, situación que se ha repetido en cuatro ocasiones, según los registros. DJ
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