Así como no pudo con el reto de encabezar y representar al Poder Judicial en tiempos turbulentos, cuando debió encontrar la forma de dialogar con el irascible y ambicioso expresidente Andrés Manuel López Obrador, la todavía ministra Norma Piña ya tampoco puede mantener la unidad en el propio Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El rechazo al primer proyecto de presupuesto que recibió de sus compañeros ministros, en un momento que exige unidad, habla del deterioro de un liderazgo que nunca fue, porque la ministra nunca hizo lo suficiente por abrir el Poder Judicial y acercarlo a la sociedad, ni por entender que comunicación y política son tareas de todos los poderes públicos.