Bajar las revoluciones
Juan Ramón de la Fuente debe entender que hay cuestiones para las que ya no tiene alcance, pero que hay otras en las que puede ser de mucha utilidad
Juan Ramón de la Fuente, secretario de Relaciones Exteriores.
/Foto: Presidencia
La negociación de alto nivel y tensión definitivamente no es lo suyo y por lo tanto, no tiene mucho que hacer en las mesas del T-MEC en Washington, donde Marcelo Ebrard tiene las cosas todo lo atendidas que se pueden tener con la administración Trump. Sin embargo, el canciller Juan Ramón de la Fuente está que ni mandado a hacer para los asuntos con menores sobresaltos, como la atención a la delegación de la FAO, encabezada por su director general, Qu Dongyu, que recibió ayer acompañado del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué. El tiempo no perdona y aunque no lo parezca, los años de trajín ya pasaron para De la Fuente, pero en las labores de diplomacia protocolaria todavía puede aportar algo.
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