Deuda histórica

Dicen que no hay plazo que no se cumpla y ahora circula la versión actualizada de una historia de larga data que involucra a un diputado federal en funciones: Napoleón Gómez Urrutia. Dirigente sindical por herencia, Napito enfrenta a un juicio promovido por los agremiados del sindicato minero que dirige en sus tiempos libres. El litigio inició en 2006, al final del gobierno de Vicente Fox y llevó a Napito a exiliarse en Canadá y a tramitar la nacionalidad de aquel país para protegerse. Con la victoria de la 4T, el dirigente sindical demandado regresó a México como un aliado importante del nuevo régimen, con todo y escaño en el Senado. Transitó el cambio de sexenio con una diputación federal en la bolsa, lo que indica que no es cualquier advenedizo sino un personaje importante de los tiempos de López Obrador. Hoy, el litigio promovido por los trabajadores mineros ha avanzado y apunta a una nueva sentencia en contra del diputado, que le ordenaría devolver 55 millones de dólares, más intereses, qué Grupo México de Germán Larrea habría pagado al sindicato y que, su dirigente Gómez Urrutia, nunca entregó a los trabajadores. Falta ver qué ocurre en la ejecución de un laudo que al parecer, ya está firme.