El cinísmo del oportunismo
Quienes durante meses se dedicaron a sembrar dudas, alertar sobre fraudes y minimizar el trabajo del INE, ahora quieren adjudicarse el éxito de la elección judicial del pasado 1º de junio

Lorenzo Córdova, exconsejero presidente del INE.
/FOTO: MARIO JASSO/CUARTOSCURO.COM
Durante meses se dedicaron a sembrar dudas, alertar sobre fraudes y minimizar el trabajo del INE, y ahora Lorenzo Córdova, Ciro Murayama y Edmundo Jacobo quieren adjudicarse el éxito de la elección judicial del pasado 1º de junio. Entrevistas, columnas y publicaciones suyas muestran su intención de desacreditar el proceso. Dijeron que el INE ya no era confiable y que no había condiciones para garantizar una elección con legalidad. Ahora que el proceso llegó a buen puerto —gracias a la capacidad técnica, el compromiso institucional y al liderazgo de Guadalupe Taddei—, los que intentaron dinamitarlo reclaman el mérito. ¿Su argumento? Que la estructura que ellos dejaron permitió que todo saliera bien. Fue el actual INE el que debió innovar, adaptarse y responder, en tiempo real, a circunstancias cambiantes. Afirmar que todo se logró gracias al pasado es una desfachatez. Murayama escribió en redes sociales que la “fortaleza institucional” del INE salvó la elección, omitiendo el papel del Consejo General y la conducción de Taddei. Edmundo Jacobo, aseguró en la UNAM que los sistemas de capacitación heredados fueron la clave. ¿Y el trabajo de los equipos actuales? ¿Y las decisiones de los últimos meses para armar un sistema de cómputo bildado?. Quienes hoy quieren apropiarse del éxito son los que hicieron todo para hacer fracasar el proceso.Fallaron y ahora, sin pudor, buscan colgarse una medalla ajena. El cinismo de quienes se sienten padres de la democracia electoral.