Sospechosismo
Han surgido muchas dudas sobre el robo millonario que padeció la empresa Bacis, la cual ha decidido no proceder penalmente

TIJUANA BAJA CALIFORNIA, 31MAYO2019.- Camiones de carga forman largas filas en la garita de Otay, la cual representa el tercer acceso comercial más importante entre México y Estados Unidos con un cruce de 800 mil camiones cada año. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que impondrá un arancel de 5% a todos los bienes de México a partir del 10 de junio. FOTO: OMAR MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM
/Omar Martínez/Omar Martínez
El robo de mineral concentrado de plata y oro a la empresa Bacis parece el crimen perfecto. El monto de lo robado está entre los 6 y los 20 millones de dólares según estimaciones. El hurto se dio durante el transporte de los minerales y el tractocamión que transportaba el producto apareció en un poblado lejano, sin la carga. La unidad es propiedad de una empresa transportista diferente a la minera.
Por increíble que parezca, la transportista es la única compañía que ha denunciado el delito, incluida la privación ilegal de la libertad de su chofer y un ayudante. Debe existir una poderosa razón, que a cada minuto se vuelve más sospechosa, para que la empresa afectada, Bacis, decidiera no presentar denuncia penal formal por el robo, a pesar de que lo hizo público mediante comunicados de prensa.
Sin denuncia no hay investigación y sin investigación no hay posibilidad de recuperar lo robado, pero tampoco de reclamar el pago de ningún seguro a favor de la compañía. Aquí parece que hay gato encerrado.