Casi diez horas después de ocurrido el asesinato de Leobardo Vázquez Atzin, con más de 13 años de experiencia como reportero la Fiscalía de Veracruz, en comunicado oficial, destacó que el crimen se cometió mientras desempeñaba actividades de su oficio como taquero y dejó de lado su papel como periodista.
De acuerdo a los primeros indicios recabados, en el momento de los hechos donde perdiera la vida, el hoy occiso se encontraba desarrollando actividades propias de su negocio de elaboración y venta de tacos, el cual se ubica en su domicilio, cuando fue lesionado por personas desconocidas, con proyectiles de armas de fuego, según confirmó la cónyuge”, dice el comunicado.
Solo habían pasado cuatro días después del primer aniversario de la muerte del periodista Ricardo Monluí, quien fue atacado en el municipio de Yanga, cuando la noche del 22 de marzo fue asesinado a balazos a Vázquez Atzin afuera de su domicilio en Gutiérrez Zamora, al norte del estado de Veracruz. Leobardo es el periodista 22 en ser asesinado en esta entidad, considerado el lugar más peligroso en México para ejercer el periodismo, y el cuarto en lo que va de la administración de Miguel Ángel Yunes Linares. Existen varios indicios de que el ataque contra Leonardo Vázquez fue a causa de que expuso un conflicto entre una organización y un privado por la invasión de unos terrenos.
Amenazas
Leonardo fundó el medio Enlace Gutiérrez Zamora para no abandonar su oficio reporteril después de laborar varios años en medios del norte de Veracruz. Las redes sociales le daban la oportunidad a Vázquez Atzin de incursionar como empresario, editor y reportero de su propio medio, estableciendo su línea editorial. El reportero se comenzó a involucrar en un tema importante para su localidad, la invasión de predios particulares por asociaciones civiles que al final trazan y lo convierten en colonias. En el estado de Veracruz, durante los últimos doce años, se convirtió en una práctica común. Los pleitos intestinos entre las organizaciones derivaban en enfrentamientos armados por el control político de los agremiados que al final se convertían en votos al mejor postor. Desde el 2016, Leobardo Vázquez comenzó a darle seguimiento a la invasión del predio propiedad del doctor Antonio Álvarez Saqui en el municipio de Tecolutla. Terrenos suburbanos, casi doce hectáreas, ocupados por la Asociación de Colonos Ecologistas de Tecolutla, dirigidos por los líderes políticos Alfredo Herrera Atzin y Silvia Vera. Leobardo Vázquez le dio el seguimiento puntual a los líderes y sus agremiados, incluso a una denuncia ante los organismos ambientales de Veracruz ya que los “ecologistas” habían dañado humedales en etapa de conservación. Desde Enlace, Leonardo señaló a las autoridades municipales que permitieron esta práctica. Tecolutla se encuentra a unos 20 minutos de Gutiérrez Zamora, municipio donde asesinaron al periodista, y a unas tres horas desde el Puerto de Veracruz. Es un sitio poseedor de las mejores playas del estado, aunque ha sido poco explotado turísticamente. La última publicación sobre este tema fue el 18 de marzo pasado, los dueños originales del predio lograron acreditar la propiedad con unas antiguas actas notariales, por lo que comprobaba que los colonos sí cometían un delito. Fue entonces cuando Leonardo comenzó a recibir amenazas por lo publicado.
A este pendejo le pagan para subir pendejadas, esos terrenos se pagaron y el dueño murió y no dejó ningún papel la gente solo pelea lo justo, te va a cargar la verga (sic) marrano, sigue subiendo marranadas”, dice uno de los mensajes que recibió de manera pública Leonardo Vázquez antes de su asesinato.
Chicharrones en domingo
A Leobardo no le avergonzaba llevar otros negocios con su esposa. Los salarios en el periodismo veracruzano son bajos. Las prestaciones sociales, inexistentes. Los grandes medios veracruzanos pagan poco y tarde. Hasta hace dos años una de las radiodifusoras más grandes de Veracruz pagaba a 12 pesos la nota grabada, editada y presentada en cualquiera de los cuatro noticieros del día. La atención a la salud queda a merced de los favores que los gobernantes en turno hagan a los reporteros en los hospitales públicos. Para apoyar el gasto de familiar Leonardo instaló una tienda de abarrotes en la parte de enfrente de su casa. El negocio creció y las necesidades de la colonia lo orillaron a fundar una pequeña carnicería. Por las noches se dedicaba a hacer tacos de bistec, tripa y carnitas. Y por los domingos vendía chicharrones en la colonia Nuevo Renacimiento del municipio de Gutiérrez Zamora. Hasta el momento se desconoce cómo fue el móvil para su asesinato, se habla de sujetos en motocicletas que descargaron sus armas contra el reportero. El escenario es similar con otros casos. Pedro Tamayo, asesinado en 2016, vendía hamburguesas con su esposa; Moisés Sánchez Cerezo, de Medellín, era taxista. Todos para ayudar con los ingresos diarios porque en los municipios pequeños veracruzanos, un solo ingreso no alcanza. Los compañeros de Leobardo comenzaron a difundir su historial laboral para “que luego no digan que lo mataron por taquero”. Inició en la década de los noventa como editor y diagramador del diario Noreste, ocupó los mismos cargos en el diario Realidades. Fue director de Comunicación Social del ayuntamiento de Papantla. Fue reportero en La Opinión de Poza Rica, en Vanguardia y fundador de Enlace, su medio digital. “Sí era un reportero y un reportero activo”, dice una ex compañera. La Fiscalía sí llevará el caso de Leobardo como un crimen contra la libertad de expresión, así lo confirmó en su único comunicado sobre el tema.
El cuerpo de investigación coordinado por el Fiscal Especializado en atención de Denuncias contra Periodistas, Jaime Cisneros Gómez, se encuentra integrado por agentes de la Policía Ministerial y personal adscrito a la Dirección de Servicios Periciales, quienes desde el pasado 21 de marzo se apersonaron a un inmueble ubicado en la colonia Nuevo Renacimiento 2000, en esta ciudad”.
Su familia y amigos lo velan en la ciudad de Papantla, donde él nació; será hasta el viernes a las tres de la tarde cuando Leobardo sea sepultado en el cementerio local.
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