En México, el ciberdelito de mayor incidencia es la pornografía infantil.
El internet ha venido a cambiar paradigmas inevitablemente, incluido el aumento en la demanda de productos y servicios ilegales, y como resultado, las organizaciones criminales se han empezado a especializar en los ciberdelitos. El más violento de estos actos es aquel que se ejerce contra la infancia, y su forma más grave es la explotación sexual.
Se estima que circulan más de un millón de fotos de menores de edad sometidos a abusos y explotación sexual, a este fenómeno descrito como imágenes de abuso sexual de niños, niñas y adolescentes en internet, se le reconoce mejor como pornografía infantil.
De acuerdo a los datos del National Center for Missing and Exploited Children, México se ido posicionando en el mercado de la pornografía infantil de manera exponencial, siendo el segundo lugar como distribuidor en la web a nivel mundial. https://bit.ly/2deBEyV
A nivel América Latina somos el número uno, condiciones favorables debido a los altos índices de corrupción e impunidad, según datos de la Organización de las Naciones Unidas.
En 2010 se descubrieron 580 cuentas digitales, en 2011 la cifra incrementó a más de tres mil; en 2012 alcanzó los siete mil y en 2013 se multiplicó esa cifra a más de 12 mil.
La Procuraduría General de la República detectó que en el 2013 se llegaron a abrir 12 mil 300 cuentas desde las que se difunden los contenidos, y 4 mil páginas especializadas en pornografía infantil.
Este negocio representa una ganancia de 32 mil millones de dólares al año, aunado al comercio y explotación de menores, disponibles para el turismo sexual, y con el incremento de páginas de internet, la demanda ha favorecido el desarrollo de los negocios de pornografía infantil en línea.
Los delincuentes cibernéticos aprovechan los bajos niveles de protección tanto en los dispositivos electrónicos que llegan a tener niños y jóvenes, como en las redes sociales. Se estima que toma sólo 12 minutos en contactar e inducir a desnudarse o ver pornografía a sus víctimas. https://bit.ly/2dhqoEP
El primer contacto de un delincuente sexual por internet, comienza en hacerse pasar por alguien de la misma edad que su víctima, ganar su confianza y posteriormente le solicita fotos o vídeos realizando actos sexuales. A esto se le conoce como Grooming.
Un experto en delitos cibernéticos es capaz de sobrepasar las medidas de seguridad en internet, por lo que todo aquello que se comparte en chats, correos electrónicos, blogs e incluso webcams puede poner en riesgo la integridad de cualquier persona.
El grooming puede ser utilizado por pederastas que actúan por cuenta propia, o por redes de trata, prostitución y pornografía infantil, permitiendo obtener la ubicación, datos personales y actividades diarias de los menores y sus padres.
En el ámbito jurídico, el coaccionar a alguien para que de manera voluntaria entregue material audiovisual con desnudos o actos sexuales, no se encuentra tipificado como delito; tampoco existe una regulación para las empresas prestadoras de servicios de internet que mantenga un registro de los usuarios, sólo asignan un IP, lo que dificulta las tareas de rastreo.
Para las autoridades mexicanas este problema rebasa sus capacidades de atención, debido a que no se cuenta con el personal suficiente; apenas se tienen cinco agentes del Ministerio Público Federal para atender todos los casos relacionados de ciberdelitos en el país. https://bit.ly/1QwOJOI
Incluso la Policía Cibernética carece de un marco legal claro, por lo que su capacidad de acción también se encuentra limitada, y las redes de pornografía infantil es uno de los mayores retos que enfrenta.
Según el Reporte de Crimen Cibernético de la empresa Symantec, México ocupa el primer lugar en ciberdelitos de los países latinoamericanos, con un 71% de víctimas. Esto nos ubica como un país con muchas vulnerabilidades y deficiencias en torno a la seguridad cibernética. https://symc.ly/2d6y0GV
Los organismos internacionales como la UNICEF se encuentran trabajando para fortalecer las instituciones nacionales a fin de concretar un protocolo de actuación en la búsqueda de erradicar los crímenes contra la infancia, mediante acuerdos de cooperación entre los Estados. https://bit.ly/1qNtkEv
Es fundamental crear conciencia en torno a estos temas, empezando por la educación, tanto a padres e hijos de todas las edades, como primer frente en el combate de estas problemáticas.
Las tecnologías comunicativas ofrecen herramientas de gran potencial para la vida cotidiana, pero debemos ser vigilantes de lo que compartimos, aprender a cuidar la privacidad e integridad personal con quien se encuentra del otro lado de la pantalla.
Las nuevas generaciones están interactuando a temprana edad con todos los dispositivos conectables a la red, esto representa una amenaza sí los adultos no cuidamos con lo que pueden encontrarse, y en algunos casos, de quiénes puedan encontrarlos.
Al igual que hemos migrado mucho de nuestras vidas a lo digital, también lo ha hecho la criminalidad y la delincuencia, estos riesgos evolucionan a marcha acelerada, sus víctimas se vuelven más alcanzables, más jóvenes, más inocentes.
México suma y afronta cada vez más crisis, la violencia hacia la infancia es inadmisible, atroz y un tema urgente de proteger y resguardar. Las tecnologías de la información y comunicación deben ser un medio para el desarrollo del futuro, no para truncarlo y violentarlo aún más. Empezar con la educación, actualizar los marcos jurídicos y fortalecer la integración familiar, hará de esta, una sociedad con la garantía de paz y seguridad para todos, principalmente la infancia y la juventud. *Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación *Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n