Por Juan Carlos Rodríguez
De los 12 gobernadores que este año terminan sus gestiones, tres dejarán sus respectivos estados en peores condiciones de seguridad pública que cuando tomaron el cargo. El caso más grave es el del mandatario de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien dará a su sucesor una entidad con índices más elevados de homicidio doloso, secuestro, extorsión y robo de vehículo con violencia, los delitos que más dañan la tranquilidad de la población.
En 2010, cuando el mandatario ganó las elecciones al encabezar la alianza Compromiso por Puebla (PAN- PRD- Nueva Alianza-Movimiento Ciudadano), el estado reportó sólo tres casos de extorsión; para 2015 el delito se disparó a 273 casos. Los otros delitos que se dispararon en la entidad poblana fueron el robo de vehículo con violencia, que pasó de 362 en 2010 a 698 en 2015; el secuestro, de 29 casos a 33 en un sexenio, mientras que los homicidios dolosos pasaron de 415 a 499, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Otro mandatario que dejó su territorio en predicamentos de seguridad pública es Egidio Torre Cantú, de Tamaulipas. En 2010, cuando el priista ganó los comicios en coalición con el Partido Verde y Nueva Alianza, se registraban 47 secuestros. A la vuelta de cinco años, la entidad reporta 230 casos, lo que lo convierte en el primer lugar nacional, con una tasa de 6.4 plagios por cada 100 mil habitantes.
Otros ilícitos que aumentaron durante el sexenio de Torre Cantú son la extorsión (pasó de 107 a 174) y el robo de vehículo con violencia (de 2 mil 301 casos a dos mil 620). Tlaxcala es otro de los estados que entregará malas cuentas en materia de combate al crimen, pues tres de los cuatro indicadores reportaron incrementos. El más ostensible es el de robo de vehículos, pues de dos casos que se reportaron en 2010, cuando subió al poder el priista Mariano González Zarur, para 2015 se contabilizaron 100 atracos. En materia de secuestro, la entidad pasó de uno a ocho casos en el presente sexenio, y de 48 homicidios dolosos en 2010 a 59 en 2015.
Para las elecciones del 5 de junio irán a las urnas los habitantes del estado campeón en secuestro (Tamaulipas, con 230 casos en 2015), el número dos en homicidios dolosos (Sinaloa, con una tasa de 33.2 casos por cada 100 mil habitantes), del segundo lugar en robo de vehículos (Sinaloa, con 2 mil 355 casos el año pasado) y del cuarto lugar nacional extorsiones (Quintana Roo, con 116 casos en 2015).
Los gobernadores de Puebla, Tamaulipas y Tlaxcala dejan mayores índices delictivos que hace seis años. Los de Chihuahua, Durango, Aguascalientes y Quintana Roo lograron abatirlos
De los 12 mandatarios salientes, quienes lograron bajar los índices delictivos en las cuatro vertientes mencionadas son Carlos Lozano de la Torre, de Aguascalientes; César Duarte Jáquez, de Chihuahua; Durango, Jorge Herrera Caldera, y Roberto Borge Angulo, de Quintana Roo.