Mañanera: del luto nacional al “Ya supérame”

10 de Diciembre de 2024

Mañanera: del luto nacional al “Ya supérame”

Hasta hoy, esta frase se recordaba en Peña Nieto, pero el presidente López Obrador la revivió en la memoria colectiva

Han pasado ocho años desde la noche trágica en la que 43 estudiantes de la Normal Rural “Isidro Burgos” desaparecieron en manos de un grupo de la delincuencia, en complicidad de algunas autoridades y ante la inacción de otras.

El presidente Andrés Manuel López Obrador lo sabía. Llegó a la mañanera serio y se postró en el atril. “¡Animo!”, la palabra que sigue diariamente a su saludo de buenos días, esta vez no se escuchó.

Y como sacado de la manga, soltó su primera frase. “Vamos a iniciar la semana. Este día es de luto nacional porque se conmemoran 10 años, ¿seis, ocho?”, hasta en el tiempo transcurrido se equivocó, “ocho, ocho años de la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa”.

Como si su compromiso 89 de aquel 1 de diciembre de 2018 se hubiera cumplido a cabalidad, comenzó a reiterar los resultados de la investigación de la Comisión de la Verdad, a asegurar que se ha roto el pacto de silencio e impunidad y envió un abrazo a padres y madres de los estudiantes.

Unos segundos después, comenzó la descalificación. “Hay, como es natural, como es lógico, muchos intereses en juego. Hay quienes no quieren que se conozca lo que sucedió, tampoco que se castigue a los responsables. Hay quienes quisieran que nosotros falláramos, que no cumpliéramos nuestro compromiso de justicia. Hay quienes se benefician de administrar conflictos y tampoco quieren, aunque parezca increíble, que se resuelvan los problemas”.

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Desde la semana pasada, cuando iniciaron las manifestaciones y protestas por el caso Ayotzinapa, el mandatario aseguró que hay grupos de intereses que se mezclan con la causa y son quienes causan destrozos y violencia en estos actos de expresión, pero afirmó que cuenta con una voluntad inquebrantable para que haya justicia, que no haya impunidad y que no se detenga su proceso de transformación.

Los cuestionamientos de la prensa no se hicieron esperar. La cancelación de 21 órdenes de aprehensión por parte de la Fiscalía General de la República, lo hizo desatinar. Le dio la vuelta, intentaba no contestar o buscar una respuesta que no le afectara. Reiteró, a modo de confirmación, que su base es el informe de la Covaj, que no se investiga a nadie más y que esas 21 personas no eran señaladas en dicho documento.

También sobre la filtración de información del fin de semana, sobre algunos datos sin testar, afirmó que lo hicieron de mala fe, pero reconoció que no se debe ocultar información y que los familiares de los desaparecidos pidieron la verdad, por más dolorosa que fuera.

Y las preguntas continuaban, era el tema del día. Ante la desconfianza, pérdida de fe y esperanza de los padres y madres de los estudiantes, López Obrador les aseguró siempre una atención respetuosa y no dar carpetazo al asunto.

De las palabras a las acciones

En diciembre del 2014, apenas dos meses después de la desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, el entonces presidente Enrique Peña Nieto visitó Guerrero y lanzó una petición que causó críticas y repudio ante los lamentables hechos.

“Quiero convocarles para que con su capacidad, con su compromiso con su estado, con su comunidad, con sus propias familias, hagamos realmente un esfuerzo colectivo para que vayamos hacia delante y podamos realmente SUPERAR este momento de dolor”, pidió el exmandatario entonces.

La petición de “superar el momento de dolor” fue calificada de negligente e indolente y le valió críticas en todos los sectores. Desde entonces, la frase sigue retumbando en la sociedad y en los familiares de los normalistas.

Hasta hoy, la frase se recordaba en Peña Nieto, pero el presidente López Obrador la revivió en la memoria colectiva. Luego de festejar la asistencia histórica al concierto de Grupo Firme pidió, en medio del luto nacional que apenas unos minutos antes había declarado, ponerle una canción para finalizar su conferencia.

“Ya supérame”, fue la elegida.

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