México, el reino de la impunidad
El director del CPJ para AL se trasladó a Veracruz y habló con ejecentral
Foto CUARTOSCUROJair Avalos, corresponsal
XALAPA, Ver. Su visita a Veracruz, la entidad con más asesinatos de periodistas durante este sexenio, representa para Carlos Lauría, director del Programa para América Latina del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) llegar al lugar “más peligroso para ejercer el periodismo (…) aunque existan otros como Siria, que es considerado el conflicto más letal en la historia del periodismo moderno”.
En entrevista con ejecentral, el también activista, que en febrero de 2016 aseguró que Veracruz, entonces gobernado por Javier Duarte, era el reino de la impunidad y donde “los asesinos de periodistas caminan libremente”, comparó a Somalia, Iraq, Rusia, Filipinas y Pakistán como los países con mayor índice de periodistas encarcelados por su oficio y donde el nivel de impunidad supera 85 por ciento.
Y es que el CPJ ha identificado seis asesinatos por represalia directa a su labor informativa. “En este caso teníamos interés de platicar con el gobernador (Miguel Ángel Yunes Linares) y con el fiscal estatal (Jorge Winckler Ortiz), pero no recibimos respuesta. Deben de estar muy ocupados atendiendo los altos niveles de violencia y de agresiones a comunicadores que prevalecen en su estado”.
A propósito del informe Sin Excusa: México debe quebrar el ciclo de impunidad en asesinatos de periodistas, preparado por el CPJ, Lauría estuvo acompañado por un grupo de asesores y directivos de la organización, entre ellos Jonathan Klein, presidente de la agencia Getty Images; Robert Mahoney, subdirector ejecutivo de la asociación; Jan-Albert Hootsen, corresponsal en México del CPJ.
Ahí, atendió a aquellos que le pedían apoyo para ejercer este oficio en sus localidades, además de ofrecer consejos para detectar el riesgo en el oficio, y capacitación contra la violencia, convencido de que “hay una falla estructural en el sistema mexicano de justicia. En el caso de agresiones o asesinatos a periodistas hay detenciones, hay señalamientos directos, pero no hay condenas”, y hasta que no se rompa el ciclo de impunidad, no habrá justicia.
“El único país que ha podido combatir la impunidad y esclarecer casos es Brasil. Ahí la justicia ha sido lenta, pero ha podido investigar y castigar asesinatos de periodistas de investigación conocidos y un poco más locales. Y los casos se multiplican pero avanzan”, dice el activista.
Voces de la sociedad
Lauría explica que el ciudadano en algunas ocasiones no comprende los daños a los derechos humanos, a la libre expresión, a la libertad de prensa, después de tantos años de asesinatos y acoso a la prensa y “aunque se han informado y documentado todos los casos, debería generarse más conciencia pública entre todos”.
Cuando matan a un periodista, dice Lauría, se coarta de inmediato el derecho a la información que está marcado en la Constitución Política de México; se dejan de debatir los temas que interesan y que afectan la vida pública, “acabas con una historia, con amigos, con familiares, anécdotas. Se necesita que haya justicia, necesitan que se investiguen los crímenes de forma oportuna, exhaustiva. No son sólo números”. El hecho de que en el territorio nacional exista un alto índice de impunidad “afecta la calidad de la democracia en las ciudades, en los estados, en el orden federal (…) deja de existir ciudadanía, aunque de facto se afecta al periodista, a su familia y sus colegas, se están callando las voces de la sociedad y “sólo se benefician aquellos que tratan de impedir que el periodista cumpla con su función, no hay de otra”.
El director de la CPJ abunda al apuntar que es obligación de todos los gobiernos garantizar que las sociedades estén informadas, aunque eso no está marcado por alguna línea política, pues es un rol que deben cumplir como Estado.
Otro actor dentro de las agresiones y homicidios de periodistas es la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión (Feadle), cuyos fiscales, así como el fiscal especializado, deben reforzar los mecanismos de protección y atención, aunque el gobierno federal siempre es más perceptivo con los llamados de la organización que dirige, esto no ocurre con instituciones o gobiernos estatales.
“Lo que falta en el gremio es solidaridad entre todos”, consigna Lauría, al basar uno de sus consejos en la denuncia de agresiones hacia compañeros cercanos y de otras entidades.
Esto también aporta a la lucha contra la impunidad y la violencia, por lo que los periodistas deben aprender a identificar los focos de riesgo y denunciarlos, “estar cercanos a los editores y decir a dónde van y cuáles son las fuentes en investigaciones riesgosas”. Justicia en América Latina. Brasil es el único país donde, aunque de forma lenta, se han castigado los asesinatos de periodistas.
“Hay una falla estructural en el sistema mexicano de justicia. En el caso de agresiones o asesinatos a periodistas hay señalamientos directos, pero no hay condenas”.