México perdería grado de inversión en 2021: JP Morgan

6 de Mayo de 2024

México perdería grado de inversión en 2021: JP Morgan

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FOTO: TWITTER (@jpmorgan)

El banco ve tintes populistas en el gobierno de AMLO; preocupa la reasignación de presupuesto a obras emblemáticas que a Salud

JP Morgan Chase, uno de los mas grandes bancos de Estados Unidos, advirtió a sus clientes-inversionistas sobre la problemática que enfrenta México ante el cambio de gobierno. Entre las más preocupantes es que ante el interés de rescatar a Petróleos Mexicanos (Pemex) se inyecten 20,000 millones de dólares, lo que derivaría en la pérdida del grado de inversión por parte de Moody’s y S&P en 2021.

En un reporte elaborado por el economista en Jefe de JP Morgan en México, Gabriel Lozano, destacó que el gobierno federal intentará modificar la Ley de Responsabilidad Fiscal (FRL) para que como en el pasado, el gobierno tome las ganancias del Banco de México (Banxico) para gasto corriente.

Actualmente, según el reporte del banco estadounidense, las ganancias de Banxico podrían alcanzar 3% del PIB en 2021, el 70% solo pueden utilizar en el pago de la deuda y el resto (30%) para complementar los fondos de contingencia. Según un breve cálculo de EjeCentral, en 2021 esas ganancias serían del orden de 3,100 millones de dólares.

Según Lozano, el triunfo electoral de López Obrador se vio favorecido por las crecientes denuncias de corrupción, el escaso éxito contra el crimen y el bajo crecimiento económico del país en el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Detalló que al principio de la nueva administración anunció una agenda pragmática para calmar los temores de los inversionistas ante la reversión de algunas reformas impulsadas por gobierno anterior.

Junto con la austeridad fiscal “selectiva”, el gobierno dijo que respetaría la autonomía del banco central (Banxico) y se concentró en la renegociación del TLCAN. Sin embargo, JP Morgan advierte que dichas acciones estaban en desacuerdo con la llamada Cuarta Transformación (4T).

Según el economista en Jefe, los principales objetivos de 4T eran expandir el papel del estado en la economía como el principal impulsor del crecimiento; debilitar las entidades reguladoras que se interponen en las decisiones discrecionales del Poder Ejecutivo. Impulsar las consultas públicas como un medio para implementar cambios y reformas de políticas.

Obras populistas

Un componente esencial de la 4T, comentó el economista banquero, es que la administración de López Obrador se centró en impulsar proyectos de infraestructura que acaparan los titulares, similares a los regímenes populistas, los cuales para asegurar la conclusión o terminación más rápida, la administración omitió las reglas institucionales en la adjudicación de contratos. Esto a pesar de los pronunciamientos del gobierno de mejorar la transparencia y reducir la corrupción.

También informó que los recursos públicos, incluidos los fondos de contingencia como el Fondo de Estabilización del Presupuesto (FEIP), se canalizaron en proyectos y “programas populistas”, no en gasto esencial como educación, ciencia y salud. Esto, dice JP Morgan, explica “como una estrategia populista” mantiene la popularidad de AMLO por encima del 50%.

Sin embargo, los altos costos de los proyectos emblemáticos de infraestructura, el gobierno se vio obligado a reducir el gasto en áreas tradicionales y esenciales como educación, ciencia y salud. “Peor aún”, dice el reporte, con todo y el reducido presupuesto, el gobierno federal incurrió en subejercicios (gastos autorizados sin ejecutar), “lo que resultó en un gasto insuficiente alarmante en 2019”.

JP Morgan dice que la administración de López Obrador justificó el “gasto insuficiente por razones de austeridad fiscal y su lucha contra la corrupción”. Incluso JP Morgan comunicó a los inversionistas extranjeros que la reducción de salarios a la burocracia mexicana fue anunciado como un “triunfo sobre las prácticas corruptas”.

El reporte del banco señala que inicialmente los mercados financieros acogieron con beneplácito el enfoque de austeridad del nuevo gobierno. Esto, principalmente por la preocupación de los ingresos no petroleros eran persistentemente bajos (13.5% del PIB). Sin embargo, “la continua disminución de la inversión pública comenzó a generar preocupación sobre la calidad del gasto, la asignación ineficiente de recursos y, finalmente, el crecimiento”.

Austeridad y Covid-19

Si las acciones de políticas públicas del gobierno ya eran una fuente de preocupación para la inversión privada, desde el año pasado (2019), la falta de apoyo significativo para empresas e individuos al comienzo de la pandemia de Covid-19 “exacerbó el sombrío entorno empresarial”.

Contrariamente a las respuestas de los gobiernos en todo el mundo por la pandemia del coronavirus, en México “no hubo coherencia política de salud pública para hacer frente a una pandemia”.

El economista en Jefe también destacó que el gobierno mexicano, en lugar de coordinar un plan de emergencia de la mano del sector privado para proporcionar a los sectores empresariales más afectados, como los ligados a la industria del turismo, restaurantes, hoteles, entretenimiento, para inyectar liquidez suficiente para resistir el choque temporal y mantener a los trabajadores desempleados con una red de seguridad, el gobierno federal optó por señalar que prioridad era mantener las finanzas públicas bajo control y mantener el avance de sus proyectos de gran envergadura.
Insolvencia de empresas demorará recuperación.

Otro elemento que resalta el banco, es que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha enfocado en recaudar impuestos vencidos a las empresas (acciones que dice JP Morgan son positivas), en momentos que se necesita la respuesta opuesta. Según JP Morgan, el tomar los recursos de los fideicomisos públicos y la recaudación de impuestos tendrá un impacto equivalente a entre 1.5 y 2.0 puntos del PIB.

Sin embargo, esos recursos por extraordinarios se agotarán y “continuarán erosionando la credibilidad” institucional y peor aún, dado el nivel de apalancamiento del sector privado y las medidas para contener el SARS-CoV-2, “existe un riesgo importante de insolvencia para algunas empresas”, lo que incidirá en la recuperación económica del país que tan sólo este año caerá 10.5%, muy por encima de las metas oficiales de -2.9% en el PIB y un déficit fiscal de 4.5%. De este último, JP Morgan dice que será 6.0% como porcentaje del PIB.

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