México, tránsito migrante desde África hacia EU

30 de Abril de 2024

México, tránsito migrante desde África hacia EU

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Foto: Tomada de www.theintercept.com Migrantes africanos llegan a la frontera entre Guatemala y México durante el verano. La mayoría de ellos vuela de África a Brasil o Ecuador y luego viajan a pie, en bote o autobús a EU.
Foto: Tomada de www.theintercept.com Migrantes africanos llegan a la frontera entre Guatemala y México durante el verano. La mayoría de ellos vuela de África a Brasil o Ecuador y luego viajan a pie, en bote o autobús a EU.

En los últimos años las autoridades mexicana han visto crecer el número de migrantes de África de un mínimo de 10 mil personas en los últimos cinco años

En los últimos años las autoridades mexicana han visto crecer el número de migrantes de África de un mínimo de 10 mil personas en los últimos cinco años, quienes huyen de la pobreza, la guerra civil, la insurgencia jihadista, la hambruna.

Al principio, el hostal en Tapachula lucía como cualquier otra casa de cualquier otra ciudad fronteriza, pero ahora es conocido como Mamá África. Después de servir a mexicanos y centroamericanos durante años, el albergue de 24 habitaciones y 2.50 dólares por noche se ha reinventado a sí mismo para enfrentar una oleada de migrantes africanos que transitan por México. El año pasado, las autoridades mexicanas registraron el ingreso de casi cuatro mil africanos, un aumento de casi 400% con respecto a 2014.

Este año, hasta noviembre, llegaron más de mil 800 africanos, incluidos 84 somalíes. Huyen de la pobreza, la guerra civil, la insurgencia jihadista y la hambruna; las estaciones de camino en México como Mama África son una pausa en una ruta increíble al destino más improbable: Estados Unidos, con el nuevo régimen antinmigrante del presidente Trump.

›Las políticas de Trump podrían estar exacerbando la crisis mundial de refugiados y llevándola involuntariamente a su puerta.

La última prohibición para viajeros de Trump —que entró en vigor el pasado martes tras recibir el aval de la Suprema Corte— interrumpe indefinidamente el flujo de la mayoría de los ciudadanos de siete países, incluida Somalia. Aunque los refugiados no están sujetos a la prohibición, la administración hace más difícil que nunca solicitar refugio seguro en Estados Unidos. Después de un alto total en la admisión de refugiados, la gestión Trump anunció que reanudaría su reasentamiento, pero hizo que 11 países estuvieran sujetos al escrutinio adicional, incluyendo nuevamente a Somalia. Trump redujo la cifra de refugiados que Estados Unidos aceptará a 45 mil, un mínimo histórico.

Foto: Tomada de www.theintercept.com
Migrantes africanos llegan a la frontera entre Guatemala y México durante el verano. La mayoría de ellos vuela de África a Brasil o Ecuador y luego viajan a pie, en bote o autobús a EU.

Al reducir la asistencia a los países africanos con algunas poblaciones de refugiados más grandes, y aumentar los ataques antiterroristas, Trump corre el riesgo de alimentar los conflictos y obligar a las personas a emigrar. Y al tomar medidas enérgicas contra la inmigración, ya sea mediante prohibiciones de viaje o al imponer el cumplimiento de requisitos casi imposibles, cierra simultáneamente las pocas vías oficiales de los refugiados para el reasentamiento.

Bill Frelick, director del programa para refugiados de Human Rights Watch, mencionó que el enfoque “corto de miras” de la administración será “mucho más costoso y potencialmente más desestabilizador”.

A medida que Estados Unidos y Europa recurren a disuasivos cada vez más draconianos para mantener alejados a los migrantes, las naciones africanas que albergan a cientos de miles de refugiados comienzan a expulsarlos. Mientras tanto, en Centro y Sudamérica mantienen algunas de las políticas migratorias más relajadas del mundo. El efecto combinado motivó un crecimiento en esta ruta de migración a través de América.

Trump relajó las restricciones de la era de Obama para permitir ofensivas en Somalia —lo que implica mayor riesgo de tener víctimas civiles—, pero el jefe del Comando Africano de Estados Unidos retrasó la cesión de sus nuevas atribuciones, pues los militantes se mezclaron con civiles desplazados por la hambruna.

En tanto, las autoridades mexicanas han visto crecer el número de migrantes provenientes de África de unos cuantos a 10 mil en los últimos cinco años, y los somalíes representan una cuarta parte. Solo este año, los africanos están en camino de llegar a dos mil.

›Puede que esos números palidezcan en comparación con el cruce del Mar Mediterráneo hacia Europa, pero si pueden llegar hasta aquí, México podría ser el único lugar en el mundo donde sea más fácil ser refugiado.

En lugar de servir diligentemente como la última línea de defensa de Estados Unidos, este año las autoridades mexicanas han proporcionado a 98% de los africanos “visas de tránsito” o documentos que les permiten continuar hacia el norte, en comparación con sólo 2% para casi 70 mil llegadas de Centroamérica.

Las obligaciones legales dificultan que las autoridades de inmigración de Estados Unidos expulsen a los migrantes si solicitan asilo al llegar al suelo estadounidense, y los migrantes lo saben. Además de esto, los migrantes africanos carecen de documentación, no hablan el idioma y llevar consigo más efectivo, aspectos que coinciden con la historia de Hassan, joven somalí, cuya historia en el exilio se alinea con lo descrito por otros migrantes en Tapachula, así como muchos relatos recopilados por periodistas, grupos de derechos humanos y Naciones Unidas.

Cuando 200 africanos que llegaban a Chiapas hace una década se convirtieron en miles, las autoridades mexicanas tenían pocos lazos diplomáticos con sus países de origen y recursos para deportarlos, comenzaron a entregar visas de tránsito que les daban 20 días para llegar a la frontera, viaje potencialmente traicionero.

Según un análisis de los datos más recientes de Homeland Security, de enero a septiembre, las autoridades de inmigración han aprobado las solicitudes afirmativas de asilo de un 20% menos en promedio comparado con el último año de la administración Obama.

En el año fiscal 2017, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos consideró “inadmisibles” a seis mil 728 africanos en puertos de entrada, incluidos 187 somalíes, negándoles la entrada al país.

La administración también deportó a más de 521 somalíes a Mogadiscio, en comparación con 198 de 2016. El embajador somalí en Estados Unidos protestó diciendo que era muy peligroso, mientras que defensores expresaron su preocupación de que los solicitantes de asilo somalíes fueran obligados a firmar cartas diciendo que querían regresar.

Las autoridades fronterizas de Estados Unidos están tratando de disuadir las solicitudes de asilo exigiendo que los posibles refugiados esperen en México, dijo Frelick de Human Rights Watch.

“Lo que, uno asumiría, requeriría el consentimiento del gobierno mexicano”, mencionó Bill Frelick.

Mark Yarnell, enlace con la ONU y defensor principal de Refugees International, sostuvo que “si no existen caminos seguros y legales, (los refugiados) se relacionarán con contrabandistas y tomarán opciones más riesgosas”.

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